Tres colegios forman parte del plan “Satélite en aula”
Para Ecuador es un paso importante que Pegaso se encuentre orbitando el espacio desde el punto de vista tecnológico, puesto que con esto se ha demostrado al mundo que este país avanza en ingeniería cosmonáutica, algo impensable años atrás.
El orgullo de creadores, inversores y sobre todo del Gobierno radica en que esta misión denominada Asteria, no ha requerido de ayuda extranjera para su ejecución.
Pero además del emprendimiento y los avances científicos, la razón del lanzamiento de Pegaso es netamente educativa, pues su señal de vídeo se transmitirá a 3 escuelas, que lo verán en órbita desde sus aulas.
Adolescentes y docentes podrán ver la Tierra desde el espacio. Esto gracias a los dos tipos de longitud de órbita que tiene el satélite. La primera, la parte visible, se encarga de captar las fotos en tiempo real y cuenta con luz por el reflejo del sol; y el otro ángulo que no se ve, la longitud de onda infrarroja, se encarga de detectar basura espacial, es decir, restos de cohetes, satélites viejos, restos de explosiones, componentes de polvo, partículas de pintura y otros.
Funcionamiento
El Pegaso es un pequeño satélite que pesa 1,2 kilogramos. Tiene la forma de un cubo de 10 por 10 centímetros de ancho y cuando abre sus paneles solares alcanza los 75 centímetros. Hecho de aluminio, titanio, oro y platino, entre otros materiales, es como una cámara de videofotos que transmitirá códigos que se decodificarán en imágenes y textos.
Es el primero en llevar un sistema de estabilización térmica basado en nanotubos de carbón. Su sistema de paneles solares es el más delgado del mundo, con solo 1.5 mm de grosor, fabricado en titanio 99.98% puro, el primero de su clase en llevar paneles solares múltiples.
Además cuenta con alta capacidad instalada de poder, con respecto a otros de su clase, con un total de 28.8 amperios en un volumen de apenas 200 centímetros cúbicos.
Cuenta con un transmisor de señal constante que actúa como radiofaro, lo cual permitió que fuera audible el Himno Nacional del Ecuador, lo primero que el público pudo escuchar ayer a las 05:00.
El monitoreo constante de 24 horas es para controlar la actividad solar y los índices de tormentas, que podrían dañar su sistema eléctrico y la comunicación.
Pegaso es seguido también en un aula especial con pantalla gigante y equipos de monitoreo del Departamento de Astronomía y Astrofísica de la Unidad Educativa Rosa de Jesús Cordero, en Cuenca.
“Satélite en las aulas”
La idea de esta misión es que los estudiantes de secundaria sean introducidos a un proyecto educativo sobre la ciencia espacial. Son tres los colegios a los que se les transmitirá las señales con datos: Rosa de Jesús Cordero, en Cuenca; la Academia Cotopaxi, en Quito, y la Unidad Educativa Nuevo Mundo, en Guayaquil.
Las señales serán receptadas por la estación terrena HERMES-A de la EXA en Guayaquil y transmitidas a los estudiantes por medio de Twitter y Facebook.
La primera señal tendrá preguntas sobre ciencia y tecnología y la segunda será una imagen relacionada con la pregunta. En caso de que los estudiantes respondan, tendrán acceso a la cámara a bordo del satélite y verán la Tierra desde el espacio en vivo, así como los astronautas lo hacen desde sus misiones espaciales.
Los estudiantes más avanzados podrán acceder a la señal pura, vía Internet, y decodificarla por su cuenta. EXA colocará el software requerido en forma gratuita. Con estos datos los adolescentes podrán analizar temas como el clima, meteorología, flujo de corrientes, la actividad volcánica y más.
Los protagonistas
El equipo que construyó el satélite está conformado por los ecuatorianos Sidney Drouet, Manuel Uriguen, Héctor Carrión y Ricardo Allu. Ellos han sido los encargados de elaborar los diseños, construir sus partes y armar el nanosatélite. Ronnie Nader, quien lidera el proyecto, fue el encargado de crear los circuitos, analizar los cálculos y plantear el diseño de los modelos matemáticos.
Junto a satélite argentino
El Pegaso tuvo la compañía del “capitán Beto”, cuyo verdadero nombre es CubeBug-1, pero lo rebautizaron en honor a un tema de la banda Invisible, de Luis Alberto Spinetta.
Éste fue lanzado al espacio en el mismo cohete chino donde voló el de origen ecuatoriano. Pesa 2 kilos y fue financiado por el Ministerio de Ciencia, Tecnología e Innovación Productiva.
El diseño fue producido por la empresa Satellogic, en colaboración con Invap. También tiene fines educativos y científicos y puede ser visto por el público en general.