Por Aillys Morán Cox 

Que los niños accedan a la tecnología es habitual. Sin embargo, eso genera mucha preocupación en los padres, especialmente en quienes no pueden permanecer todo el día con los infantes.

Antes, la preocupación se limitaba a las horas en que los niños pasaban frente al televisor, mientras en la actualidad la preocupación se centra en el uso de tabletas y smartphones

Cristina Sánchez, psicóloga de la Unidad Educativa Ecuatoriana Austriaca del cantón Pedro Carbo, asegura que los niños que se encuentran en situación de riesgo o vulnerabilidad ante la tecnología son aquellos que por lo general han crecido en un ambiente familiar poco propicio para su desarrollo.

“Se han criado en sitios con dificultad para comunicarse. Los factores principales son la baja de autoestima y muchas veces son niños con escasas habilidades sociales que tienden a huir de un mundo adulto que les resulta hostil, por lo que se refugian en las nuevas tecnologías”.

Sánchez asegura que se debe limitar en los niños el acceso a aparatos digitales porque complica el desarrollo cerebral, en especial en los niños entre cero y dos años.

Andrés Mejía, pediatra de la clínica Virgen del Carmen, dice que la exposición a móviles y tabletas que dure más de dos horas al día resulta perjudicial para el desarrollo de los menores.

Estas adicciones generan que ellos no puedan interactuar o tener contacto físico con otras personas. “Aunque se entiende que las nuevas tecnologías son importantes hoy en día, los niños y jóvenes están sustituyendo la lectura de un libro y la investigación por los aparatos digitales”, añade.

Patricia Alcívar, docente de la escuela Mariscal Sucre, asegura que una exagerada permanencia en la red puede ocasionar en los pequeños graves repercusiones en su comportamiento.

“Los niños que usan la tecnología sin control se alejan del cumplimiento de sus deberes, lo que genera ansiedad y un estado depresivo, ya que no cumplen a cabalidad con las exigencias  académicas”. (I)