Los especialistas recomiendan a los estados que recuperen la confianza de su población sobre este tema
Suiza quiere explotar las dudas que tienen las compañías sobre el robo de información
Estados Unidos.-
‘Datos 100% guardados en Suiza’. Cada vez más empresas colocan este pequeño aviso en su página web con los colores de la Confederación Helvética, que podría convertir la protección de datos personales en una nueva fuente de prosperidad.
“Los datos son el nuevo Eldorado de Suiza. Es un auténtico boom”, dice Franz Grüter, director general de Green.ch, una de las principales empresas especializadas en el almacenamiento de datos personales que crece un 30% anualmente, según datos de investigadores de este sector cada vez más próspero.
Los escándalos de espionaje generalizado tras la revelación del exconsejero de la Agencia Nacional de Seguridad (NSA) estadounidense Edward Snowden han permitido una sensibilización creciente, sobre todo en las empresas, a la necesidad de proteger sus datos personales. Y Suiza espera aprovecharse de ello, así como en décadas anteriores se dedicó a proteger las inversiones y los dépositos en sus fortalezas financieras.
“Los clientes necesitan confianza, discreción, fiabilidad y estabilidad. Desde siempre, son las características de este país”, dijo Grüter, quien asegura que se han invertido más de mil millones de euros en los últimos cinco años en estos centros de datos informáticos en el país.
Con 61 centros de datos, la Confederación es la quinta plaza europea, según el portal datacentermap. “Un Estado que ofrece un nivel de protección alto a sus empresas también le ofrece ventajas económicas nada desdeñables”, expresó Jean-Philippe Walter, adjunto al responsable federal de la Protección de Datos y la Transparencia. Según él, “a Suiza le interesa ir más allá del nivel europeo en términos de regulación por razones económicas”.
Deslocalización
Las nuevas oportunidades económicas pasan -sobre todo- por el regreso de la confianza en los Estados. “Es fundamental restaurar esta confianza del derecho fundamental a la vida privada en nuestras sociedades democráticas, por lo que es necesario saber qué pasa con nuestros datos”, dijo Walter.
El contexto jurídico es muy favorable a Suiza. La ley sobre protección de datos, una de las más restrictivas del mundo, impide a la administración tener acceso a informaciones personales sin autorización de un juez.
En consecuencia, algunas empresas extranjeras no dudan en trasladarse a Suiza, que ya tiene una buena fama ganada a la hora de ser sigilosos con el cuidado de información de terceros.
Es el caso de Multiven, uno de los líderes mundiales del mantenimiento de redes en internet, que dejó el Silicon Valley californiano por Zúrich en 2009. “Nos hemos mudado para anticipar este futuro propicio en Suiza”, comentó a la AFP su presidenta Deka Yussuf.
“Prevemos un futuro en el que los individuos, las empresas y las organizaciones del mundo entero van a almacenar sus activos digitales (propiedad intelectual, invenciones, secretos comerciales, etc.) en Suiza, santuario de activos físicos (dinero, oro, arte), y convertirla también en santuario digital. En los próximos 25 años, la mayoría de los activos que se registren en Suiza será digital”, agregó.
Marco legal protector
Otros como ProtonMail, que desarrolla un sistema de correo electrónico codificado y seguro, y que cuenta ya con más de 300.000 usuarios en el mundo, también se han implantado en el país alpino debido a su marco legal muy protector.
“La cultura del respeto de la vida privada es muy importante. Las recientes observaciones realizadas por el primer ministro británico, David Cameron, y el presidente estadounidense, Barack Obama, que desean prohibir el cifrado, inaccesible para sus gobiernos, sería impensable en Suiza”, advirtió su director Andy Yen.
En 2015, el operador helvético de telecomunicaciones Sunrise va a repatriar sus servicios en el país y dejará de trabajar con el gigante estadounidense Google, con el que había externalizado la gestión de su mensajería.
“Sin embargo, hay que reconocer que, en nuestras sociedades actuales, la protección total y absoluta no existe”, recordó Jean-Henry Morin, profesor de sistemas de información en la Universidad de Ginebra, en referencia al reciente ataque informático que se saldó con el robo de datos personales de 47.000 empleados de Sony.
“Suiza tiene un historial de sensibilidad con relación a la gestión patrimonial que habría permitido más protección, si la empresa estadounidense hubiera instalado sus servidores en el país”, concluyó.