Sonda espacial Rosetta intenta comunicarse con su robot Philae
La sonda espacial europea Rosetta intenta comunicarse con su robot Philae posado desde hace cuatro meses en un lugar con escasa exposición a los rayos vitales del Sol en la accidentada superficie de un cometa, indicó este jueves la agencia espacial ESA.
El robot Philae, del tamaño de un lavarropas, se encuentra en modo inactivo desde su aterrizaje histórico el 12 de noviembre pasado sobre el cometa 67P/Churyumov-Gerasimenko.
Philae alcanzó a transmitir fotos y datos desde la superficie del cuerpo celeste de unos 4 kilómetros de diámetro, antes de quedarse dormido sin energía.
Desde la Tierra, a más de 450 millones de kilómetros de distancia, los científicos de la Agencia espacial europea (ESA) instruyeron este jueves a Rosetta, que acompaña al cometa en su periplo a medida que se aproxima al Sol, para que active los sistemas destinados a "escuchar" una eventual señal de vida de Philae.
El robot había agotado toda su energía porque el lugar donde quedó posado tras rebotar dos veces en la superficie del cometa con escasa fuerza de gravedad y relieve accidentado tiene poca exposición a la luz solar, de la que dependen todas sus capacidades vitales.
"El sistema de comunicación con Philae (ESS - Electrical Support System) a bordo de Rosetta fue encendido a la 01:00 GMT (20:00 del miércoles en Ecuador). Permanecerá a la escucha hasta el 20 de marzo. Por el momento no hemos recibido ninguna señal", precisó el vocero de la ESA.
Luego de más de diez años de viaje interplanetario, Rosetta gravita en torno al cometa y lo acompaña en su desplazamiento de trayectoria elíptica alrededor del Sol.
Está previsto que el 13 de agosto ambos alcancen el punto más cercano al astro rey, que estará entonces a 186 millones de kilómetros de distancia.
¿Estás despierto?
El robot Philae pesa 100 kilos en la Tierra y apenas un gramo en el cometa, donde casi no existe la fuerza de la gravedad. Cuenta con 10 instrumentos de observación, entre ellos seis cámaras fotográficas, un tomógrafo y un espectrómetro.
Su misión es buscar moléculas orgánicas que hayan podido desempeñar un papel en la aparición de la vida en la Tierra, aprovechando que los cometas son los cuerpos más antiguos del sistema solar.
Con sus instrumentos, el robot ya pudo recabar una mina de imágenes y de datos científicos, transmitidos a la sonda Rosetta, que a su vez los envió a la Tierra, algo que espera volver a hacer si comprueba que Philae despertó y logran comunicarse.
"La dificultad es si Philae logrará acumular la energía suficiente (a través de sus paneles solares) como para despertar y enviar una señal a Rosetta", explicó Patrick Martin.
Rosetta fue lanzada al espacio en 2004 y lleva recorridos unos 6.500 millones de kilómetros en el espacio y su misión costó unos 1.300 millones de euros.