Piratas informáticos amenazan a Sony evocando los ataques del 11/9
Los piratas informáticos que atacaron la base de datos de Sony Pictures evocaron este martes los ataques del 11 de septiembre de 2001 en su última amenaza a los estudios de cine, para que no estrenen en Navidad una comedia sobre el asesinato del líder norcoreano.
La portavoz del Departamento de Estado, Jen Psaki, señaló que las autoridades desconocen la procedencia de las advertencias, pero que el film "no es un documental sobre la relación" entre Washington y Pyongyang.
"No sabemos cuál es la fuente (de estas amenazas). Pero es importante subrayar que no hay información creíble para respaldarlas", dijo Psaki en declaraciones a la cadena CNN.
Por precaución, los protagonistas de la película de la discordia "The Interview" ("Una loca entrevista", en Latinoamérica), James Franco y Seth Rogen, cancelaron sus apariciones públicas ante estas nuevas intimidaciones, según confirmaron sus representantes al canal ABC.
El autodenominado grupo GOP o Guardianes de la Paz (Guardians of Peace, en inglés), que reivindica el ciberataque perpetrado el 24 de noviembre, anunció el inicio de una nueva ola de filtraciones como un "regalo de Navidad" anticipado.
"Les mostraremos claramente en los lugares donde se proyecte The Interview, incluido el día del estreno, qué amargo destino les espera a los que busquen pasarlo bien con el terror", señala el GOP en un comunicado publicado por medios estadounidenses.
La cinta llega a los cines estadounidenses el 25 de diciembre y a partir del 22 de enero a Latinoamérica.
Los piratas informáticos prometieron además que pronto "el mundo estará lleno de miedo".
"Recuerden (los ataques de) el 11 de septiembre de 2001", agregaron. "Les recomendamos que se mantengan alejados de los cines. (Si su casa está cerca de uno de ellos, es mejor que no esté)".
Primera denuncia contra Sony
La cúpula directiva de los estudios cinematográficos debe gestionar ahora la amenaza del GOP con las consecuencias legales de las filtraciones, tras recibir la noche del lunes la primera demanda.
Dos exempleados presentaron una denuncia ante un tribunal de Los Ángeles en representación de un grupo de personas en situación similar, alegando que "Sony fracasó a la hora de garantizar y proteger sus sistemas informáticos, así como su base de datos".
Es "una pesadilla épica que se corresponde más a un thriller que a la vida real, y que se está desarrollando en cámara lenta para los actuales y antiguos trabajadores de Sony", según una copia de la denuncia obtenida por la AFP.
Los demandantes reclaman que el ciberataque ha puesto "en peligro" a los trabajadores por entregar al público y a "criminales" alrededor de "47.000 números de seguridad social, expedientes de trabajadores que incluyen salario e historial médico, y cualquier otro dato que Sony sabía".
Los responsables de los estudios habían garantizado el mismo lunes a su personal de la sede de Los Ángeles que el ciberataque no hundirá a Sony Pictures, a pesar de que el GOP había prometido una nueva fuga de datos masiva por Navidad.
"Esto no nos destruirá", afirmó el presidente de Sony Pictures, Michael Lynton. "No hay que preocuparse por el futuro de este estudio", agregó el directivo.
Una de las más perjudicadas por las filtraciones es la copresidenta de la empresa, Amy Pascal, que en unos correos se quejó por tener que asistir a un "estúpido" desayuno con el presidente Barack Obama, a quien tal vez debía preguntar por las películas "Django desencadenado", "12 años de esclavitud" y "El mayordomo", todas sobre esclavos negros.
El ciberataque también ha destapado mensajes de directivos que tildan a Angelina Jolie de "niña maleducada con mínimo talento", "infantil, irresponsable y caprichosa", y a Leonardo DiCaprio de "despreciable" por no querer actuar en una biografía sobre Steve Jobs.
La película que parece haber enfurecido al grupo GOP trata sobre una operación ficticia de la CIA para asesinar al líder norcoreano Kim Jong-un, aprovechando que dos periodistas (interpretados por James Franco y Seth Rogen) logran el permiso para entrevistarle.
Pyongyang prometió "crueles represalias" si la cinta se estrenaba, pero ha negado categóricamente estar detrás del ataque informático contra Sony.