Pena a bloguero, otra vez aplazada
Un tribunal saudí postergó el viernes pasado, por tercera vez consecutiva, la flagelación del bloguero Raef Badaui, condenado a 1.000 latigazos por “insulto al islam”, declaró su esposa.
Badaui recibió 50 latigazos el 9 de enero, pero las 2 sesiones siguientes fueron aplazadas por motivos médicos. Su caso desató una oleada de indignación en el mundo. La ONU denunció una sentencia “cruel e inhumana”.
“No ha sido flagelado”, declaró su esposa Ensaf Haidar, refugiada en Canadá junto con sus hijos. No entró en detalles.
La víspera dijo que estaba preocupada por la salud de su marido, que sufre de hipertensión desde su detención en 2012. “El estado de salud de Raef es malo y empeora”, afirmó.
La segunda vez que se postergó la flagelación, su esposa y Amnistía Internacional (AI) afirmaron que las heridas de los primeros latigazos no habían cicatrizado lo suficiente.
Encarcelado en 2012, Badaui era uno de los responsables de la página de Internet Liberal Saudi Network y en 2014 recibió el premio Reporteros sin Fronteras (RSF).
Arabia Saudita, cuna del wahabismo (una versión rigurosa del islam), es un reino ultraconservador.