Nave japonesa recoge muestras de un asteroide
La sonda japonesa Hayabu 2 abrió, el fin de semana, un cráter en el asteroide Ryugu, con el fin de recoger muestras de la superficie, para analizar su composición y así obtener pistas sobre el origen del universo.
La operación de impacto consistió en disparar al cuerpo celeste un proyectil desde un brazo articulado de la aeronave.
Hayabusa 2 descendió desde la órbita en la que sitúa en torno a Ryugu, tras tocar tierra brevemente contra la superficie y realizar pruebas a inicio de 2019.
Ryugu se sitúa a 340 millones de kilómetros de la Tierra y se cree que su superficie alberga restos de carbón y agua formados durante el nacimiento de nuestro sistema solar hace unos 4.600 millones de años.
Hayabusa 2 ya aterrizó en febrero de este año en Ryugu tras recorrer 3.200 millones de kilómetros alrededor del Sol en una órbita elíptica.
Durante tres años, la nave efectuó un largo viaje para alcanzar el asteroide, lo que logró en junio de 2018. Tiempo después permaneció suspendido a unos 20 kilómetros de la superficie del cuerpo celeste.
Como parte de la investigación astronómica, la sonda descargó el año pasado tres pequeños vehículos exploradores sobre Ryugu con el objetivo de recolectar muestras adicionales.
Se tiene previsto intentar nuevos aterrizajes antes de emprender su retorno a nuestro planeta, lo que se concretará a fines de 2020.
En las próximas semanas, la sonda realizará una “operación de investigación del cráter”, recogiendo materiales de su superficie y otros que quedaron esparcidos tras los disparos de Hayabusa 2 sobre en la superficie del Ryugu. (I)