Mentes geniales, pero sin fortuna para los negocios
Hoy muchos de los inventos en uso no significaron ni la fama ni el reconocimiento económico para sus creadores, pero sí para otros con un olfato mucho más agudo que estos desafortunados inventores, de los cuales la BBC trae una lista.
La web -la red de redes global- es el gran invento democratizador, que lo mismo ha servido para que el establishment espíe a medio mundo como para que los ciudadanos comunes y corrientes se enteren de los secretos del poder.
El inglés Tim Berners-Lee, su creador, la concibió como un aporte para la ciencia. En la actualidad el propio Berners-Lee considera que el éxito de su invento fue porque lo hizo gratuito. Berners-Lee ha recibido todos los agasajos y reconocimientos posibles, sin embargo nada de dinero.
El LED -del acrónimo inglés LED: Light-Emitting Diode: diodo emisor de luz- fue concebido por Nick Hlonyak, quien nació en 1928 en Illinois, Estados Unidos.
Hlonyack creó el primer LED en 1962, y se adelantó a señalar que este diodo, en algún momento, reemplazaría a la bombilla de Thomas Alva Edison. Como en efecto ocurrió, mucho más tarde, cuando las lámparas LED (Light Emitting Diodes) se popularizaron por su brillo, eficiencia y bajo gasto, pasando de ser simples objetos de energía.
También figura en la lista el popular fusil Kalashnikov o AK-47, un arma de infantería cuya creación no le reportó, ni de lejos, a su inventor las sumas millonarias que el comercio de armas genera, aunque sí legó su nombre para la posteridad.
Fue desarrollado por Mijail Kalashnikov, un soldado del entonces ejército soviético quien para quitarse el tedio del hospital, donde estaba asilado recuperándose de sus heridas durante la II Guerra Mundial, se le ocurrió desarrollar esta arma, una de las más usadas en el mundo en estos momentos y desde hace bastante tiempo.
El conocidísimo MP3 -sistema común de transferencia de música mediante Internet y otros medios- , nació de la mente del estudiante alemán de postgrado, Karlheinz Brandenburg, quien comenzó a desarrollar ese proyecto en 1980. Pero como no tenía dinero para vender el software, lo comercializó como shareware -modalidad para evaluar de manera gratuita su eficiencia- y ese fue el punto de quiebre que le impidió ganar luego millones.
En la desafortunada lista está la aguja de tocadiscos de zafiro, creada por la británica Marie Louise Killick, quien nació en Mitcham, Surrey, en 1914. Aunque fue la inventora del artefacto no pudo obtener la licencia y aunque emprendió una batalla legal, después de años de litigio nunca logró ni un centavo.
La cereza en el pastel se colocó en 1958, cuando ganó una demanda contra la empresa electrónica Pye, que quebró al año siguiente.
El juego Tetris fue creado por ruso Alexey Pajitnov, que lo desarrolló en un centro de investigaciones de la ex Unión Soviética en 1985, y aunque en ese momento no recibió dinero alguno, una década después, al crear su propia compañía The Tetris Company comenzó a percibir regalías por su invento.
