Sony, Sharp y Panasonic cerraron con números rojos el primer semestre fiscal nipón, en un reflejo de las dificultades que atraviesa este sector ante la fortaleza del yen y la creciente competencia de Corea el Sur.

En el caso de Sony, el agresivo plan de su nuevo presidente, Hazuo Kirai, empieza, sin embargo, a dar sus resultados y ha logrado recortar sus pérdidas durante estos seis meses, de abril a septiembre, en un 5,7% interanual hasta unos 500 millones de dólares.

Desde que el año pasado reportara más de 5.700 millones de dólares de pérdidas, en su cuarto ejercicio consecutivo en negativo.

De lado, Sharp anunció una pérdida entre abril y septiembre de unos 4.800 millones de dólares, casi diez veces más que en el mismo período de 2011, y su previsión para final de año es sufrir más de 5.570 millones de dólares de números rojos, el peor resultado de su historia.

Asimismo, Panasonic se desplomó el fin de semana casi un 20% en la Bolsa de Tokio después de anunciar que multiplicó por cinco su pérdida neta entre abril y septiembre. Espera cerrar el año con 9.570 millones de dólares en pérdidas.