La UE pone fin al roaming de las operadoras del continente
Tras 10 años de intensas negociaciones, el roaming, el sobrecargo tarifario que las compañías de telecomunicaciones aplican a las llamadas internacionales, desaparece en la Unión Europea.
A partir hoy ya no podrán cobrar un recargo que reportaba a las empresas cientos de millones de beneficios. “Era la última pieza del puzzle comunitario”, celebró el vicepresidente de la Comisión Europea responsable del Mercado Único Digital, Andrus Ansip, cuando el pasado 1 de febrero estampó su firma en el acuerdo definitivo que pone fin a los cargos de itinerancia, un sobrecoste insólito dentro del mercado único, que las grandes multinacionales del sector cobraban a sus clientes cuando llamaban o navegaban desde otro país europeo al de su residencia.
Aunque algunas compañías como Vodafone ya venían aplicando esta medida desde el pasado año, desde hoy será obligatorio al resto de empresas que operan en los 28 estados de la UE, además de Noruega, Liechtenstein e Islandia.
La nueva norma, bautizada como Roaming Like at Home (Roaming como en casa) fija un precio máximo de llamada de 0,032 euros por minuto y de 0,01 para los SMS. La tarifa de datos se irá rebajando progresivamente desde 50 euros por gigabyte (GB) por término medio de la actualidad hasta los 2,50 euros por GB para el año 2022.
Uno de los estados que desde el principio de las negociaciones se mostró más crítico es, curiosamente, España, donde hay registradas más de 53 millones de líneas móviles en actividad.
La causa del malestar español procede de la pérdida de beneficios obtenidos del turismo, su principal vía de ingresos durante la época de la desregulación tarifaria.
Según se han quejado las tres grandes compañías que operan en el país -Vodafone, Movistar y Orange- a partir de ahora las llamadas, SMS y datos descargados por los 75 millones de visitantes supondrá un coste adicional para los operadores nacionales que no tienen sus competidores europeos. (I)