La Ley de Moore cumple 50 años entre polémicas
En 1960, Gordon Moore, uno de los fundadores de la compañía tecnológica, Intel, publicó un enunciado donde estableció que cada dos años (al principio dijo que cada año) se duplicaba el uso de transistores en un circuito integrado. Este estamento se ha cumplido hasta la fecha, pero los expertos debaten que siga a ese ritmo y que incluso la ‘ley’ se haya llevado a cabalidad en los últimos cincuenta años.
Desde los años 60, los procesadores se han hecho más pequeños y más potentes. Esta relación es la clave del desarrollo de los procesadores; a menor tamaño del chip, mayor potencia.
Sin embargo, dentro de las dimensiones físicas, tal caso, no las matemáticas, parece tener una fecha de caducidad.
En la actualidad, los microprocesadores (smartphones o tablets) están hechos sobre 14 nanómetros (nm) para cada transistor.
Esta escala, que es muy pequeña, daría como resultado la siguiente analogía en función de explicar su crecimiento:si en los 60s un vuelo comercial costaba 900 dólares y duraba 6 horas en la actualidad costaría 1 centavo y duraría menos de 1 segundo. A pesar de esto, la miniaturización tiene un límite y esa barrera se encuentra establecida por la mismísima física.
En primera instancia, los procesadores, al menos los hechos de silicio, no podrían superar la reducción de los 7 nm. Para ponerlo en contexto, el diámetro de una molécula de glucosa está en 1 nm, la insulina es un poco más grande, 5 nm, y la pared de una bacteria se queda en 10 nm. Un virus son 75 nm. Es decir que en el futuro un procesador podría llegar a ser 10 veces más pequeño que un virus. Pero los expertos en el medio sostienen que este crecimiento exponencial no ha sido constante según los estamentos de la Ley de Moore, puesto que no puede imponerse como una ley o norma del campo de la ingeniería o la matemática, ya que se trata de una afirmación basada en la observación personal de Moore. Además, los científicos creen que la inexactitud de la ley radica en que Moore no tomó otros factores importantes como el rendimiento o consumo energético, que están íntimamente ligados con la cantidad de transistores en un procesador.
Finalmente, se cree que la Ley de Moore podría caducarse en el 2020 cuando se llegue al límite de los procesadores de 7 nm. (I)