El Aparato también sirve para conocer sobre desastres naturales
Japón vigila a Corea del Norte desde el espacio
Japón colocó en el espacio, el pasado viernes, un satélite espía que completa un dispositivo de recogida de informaciones para vigilar a Corea del Norte principalmente.
El lanzamiento tuvo lugar a las 10:20 locales (20:20 del jueves en Ecuador) con el 33º ejemplar del cohete H-2A en la base de Tanegashima (suroeste de Japón), según las imágenes difundidas en directo por la página web de la cadena pública NHK.
“El satélite se separó como estaba previsto, la misión es un éxito”, declaró a la AFP un portavoz de la Agencia Japonesa de Exploración Espacial (JAXA).
Debido al carácter confidencial de la misión realizada con Mitsubishi Heavy Industries (MHI), se comunicó muy poca información, aparte de que se trata de la colocación de un satélite “de recogida de informaciones” por radar que se ha unido a una flota ya desplegada.
Se trató del 33º lanzamiento del H-2A, cuya tasa de éxito supera ahora el 97%. Solo se ha registrado un fracaso, a finales de 2003, justo cuando acababa de ponerse en órbita el primer satélite espía del dispositivo.
Varios de los satélites de este tipo lanzados desde entonces se han averiado, pero el conjunto sigue funcionando, con 4 motores operacionales y 3 de remplazo (el enviado este viernes y otros 2).
La vigilancia de los movimientos del vecino norcoreano desde el espacio fue ideada a finales de los noventa a causa del temor suscitado por Corea del Norte después de que efectuara disparos de misiles. La amenaza no ha disminuido desde entonces.
Por orden del dirigente Kim Jong-un, los norcoreanos lanzaron el 6 de marzo una salva de misiles balísticos, 3 de los cuales acabaron su camino en el mar cerca del archipiélago nipón. Su ambición es poner a punto un misil intercontinental balístico (ICBM) capaz de atacar el continente americano.
Los satélites espías de Japón son capaces de detectar en tierra objetos con una longitud de un metro de lado, de noche o a través de las nubes, desde una altitud de varios cientos de kilómetros. También pueden recabar datos sobre daños producidos por catástrofes naturales como sismos, tsunamis y tifones.
El dispositivo completo debería permitir observar cada zona terrestre al menos una vez al día. (I)