Gigantes tecnológicos se enfrentan a nuevos retos
Frente a la creciente desconfianza en la inteligencia artificial o en los oscuros algoritmos que eligen las noticias que leemos en las redes sociales, los gigantes de Silicon Valley prometen más transparencia, pero reafirman su optimismo tecnológico.
“Todo es cuestión de transparencia, la gente quiere confiar en la tecnología pero necesita saber quién está detrás”, dijo Neelie Kroes, miembro del Open Data Institute, quien durante años se ocupó de la política digital de la Unión Europea.
Desde la presidenta de IBM, Ginni Rometty, que pide “transparencia”, hasta el nuevo líder de Uber, todos reconocen que tras años de optimismo tecnológico estamos viviendo una reacción a la contra (tech backlash).
Es el caso Uber, un gigante del sector que transporta a millones de personas en coches privados, pero cuyos clientes le exigen cada vez más seguridad y fiabilidad.
Dara Khosrowshahi, el director de Uber, se refirió a la matanza cometida en 2016 en Estados Unidos por uno de sus conductores.
“¿En esta situación quién es responsable, el individuo o la plataforma?”, se pregunta Rachel Botsman, una experta en tecnología, muy crítica con la compañía.
Uber, que también se ha visto afectado por un robo masivo de datos de sus clientes, asegura estar haciendo esfuerzos para proteger a sus usuarios y conductores.
Otro de los campos que más desconfianza genera son las redes sociales, como Facebook, donde han proliferado las noticias falsas y que han obligado a la compañía a modificar el algoritmo que determina qué informaciones llegan primero.
La desconfianza aumenta más si cabe con la inteligencia artificial, es decir con las máquinas capaces de aprender de sí mismas y de interactuar con el ser humano.
Es el caso de los asistentes de voz, como Alexa, de Amazon, que a pesar de sus limitaciones es capaz de recomendar música o comida pero con criterios poco claros y muchas veces mercantiles.
Por su parte, Jack Ma, el millonario chino propietario del gigante del comercio electrónico Alibaba, es pesimista con el futuro tecnológico.
“La inteligencia artificial es una amenaza para los seres humanos; los ordenadores siempre serán más inteligentes que tú, nunca se olvidan de nada, nunca se enfadan, pero nunca podrán ser un hombre sabio”, afirmó. (I)