Ford informó en días pasados que está utilizando la misma tecnología de imágenes térmicas que emplean las fuerzas de seguridad para detectar fugas de aire en las cabinas de sus vehículos y reducir el nivel de sonoridad en su interior.

“Estamos utilizando imágenes termales para mejorar aún más la reducción de sonido para que nuestros clientes puedan disfrutar las otras características que ofrecen nuestros vehículos, como el sistema de sonido e incluso el sonido del silencio”, afirmó la compañía en un comunicado.

El fabricante estadounidense utiliza cámaras de infrarrojos en su Centro de Investigación y Desarrollo (CID) de Dearborn (Estados Unidos) desde hace nueve meses, según dijo a Efe William Dedecker, supervisor de ingeniería de ruido y vibración de Ford.

Según una demostración efectuada el martes anterior en el CID, los ingenieros de Ford llenan el habitáculo del vehículo con aire caliente (hasta una temperatura de 60 grados) para captar con una cámara infrarroja los puntos más calientes de la chapa del vehículo.

Ford aseguró que es el primer fabricante de automóviles que utiliza la tecnología infrarroja para detectar fugas de aire y, por lo tanto, orificios en el habitáculo.

Antes de usar esta tecnología, Ford utilizaba métodos más “rudimentarios”, como llenar el vehículo con humo para detectar los puntos de fuga o incluso estetoscopios médicos para escuchar el silbido del aire escapándose.