La clave de mantenerse en la cresta de la ola en el mundo tecnológico es innovarse en el menor tiempo posible. Por esta razón, las compañías dedicadas a este negocio buscan de forma incesante renovar su software y su hardware en pos de mantener presencia en el mercado y ser símbolo de desarrollo frente a la competencia. Otros tratan de mantener un producto que goza de buena reputación lo más vigente posible.

Sin embargo, no todos lo logran. Las razones por las cuales se producen constantes fracasos radican, algunas veces, en presentar productos nuevos, no tan bien pulidos, aprovechando el prestigio de la marca. Este es el caso de Facebook.

La conocida red social presentó en sociedad, el 4 de abril pasado, un escritorio personalizado para el sistema operativo móvil Android. El software, conocido como Facebook Home, busca que los usuarios puedan acceder a fotos y contenido de la red social en su pantalla móvil en forma permanente.

Uno de los principales problemas de Home es que solo puede ser usado en una cantidad limitada de ‘smartphones’, dejando de lado a populares teléfonos de reconocidas marcas como Sony, Samsung o LG.
Facebook promocionó su software a través del HTC First, pero no obtuvo la acogida necesaria.

Las cifras no oficiales apuntan a que solo se comercializaron 20.000 unidades del ‘gadget’.

Pero no todos son desaciertos. El 2013 fue también el año del adiós para algunos programas conocidos. Uno de ellos, el que fuera el servicio de mensajería instantánea web más popular del mundo: Windows Live Messenger.

Microsoft, mentora de WLM, comprendió que los teléfonos inteligentes habían superado en número a las computadoras, y que junto a los ‘smartphones’ llegaron nuevas propuestas móviles que cambiaron el panorama de la mensajería instantánea con aplicaciones como WhatsApp, la cual presume de 400 millones de usuarios en el mundo.

La compañía decidió entonces finiquitar el servicio y concentrarse en Skype, no sin antes migrar las cuentas de Messenger a esta plataforma y mantener los usuarios.

Altavista, otro de los laureados servicios web, llegó también a su fin. A mediados de los 90 se consagró como el rey de Internet cuando se popularizó como motor de búsqueda. Aun cuando no existía Google, Altavista encontraba en pocos segundos miles de páginas valiéndose de un eficiente mecanismo que leía los códigos de las páginas y a un poderoso equipo de servidores que eran capaces de realizar la tarea en forma veloz.

Gracias a malas administraciones, Altavista perdió su prestigio y pasó a manos de la gigante Yahoo! quien decidió darle de baja este año.

Google se suma a esta lista de bajas con el cierre de Reader. La plataforma alojaba RSS (sumarios de contenido de sitios web) permitiendo que los usuarios pudieran tener en un solo lugar el contenido que más les importaba en la web.

Según los directivos de la compañía, Reader había sufrido  una importante reducción y esa sería la causa de su cierre.

Finalmente, el conocido reproductor Winamp “pasó a mejor vida” el pasado viernes luego de que fuera popular desde la década de los 90 por reproducir varios tipos de ficheros de audio y transmitir música a través de Internet.

Hoy, gracias al dominio del mercado de productos como Spotify, iTunes o Google Play la existencia de Winamp ya no es tan relevante como antaño.