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El LHC utiliza el doble de energía en busca de la materia oscura

El LHC proporcionó las primeras colisiones de protones con una energía de 13 TeV (teraelectronvoltios), tras dos años de ser remodelado y reparado. Foto: cern
El LHC proporcionó las primeras colisiones de protones con una energía de 13 TeV (teraelectronvoltios), tras dos años de ser remodelado y reparado. Foto: cern
29 de junio de 2015 - 00:00 - Agencia AFP

El mayor acelerador de partículas del mundo empezó el pasado miércoles con una energía casi duplicada, una nueva fase de experimentos inéditos en busca de la “nueva física” que permita comprender los misterios de la materia y del universo.

A las 10:40 locales del pasado 5 de junio, el Gran Colisionador de Hadrones (LHC, por sus siglas en inglés) proporcionó sus primeras colisiones de protones a la energía récord de 13 TeV (teraelectronvoltios), tras dos años de ser sometido a trabajos de remodelación y reparaciones.

A esa hora, en la Organización Europea para la Investigación Nuclear (CERN), de Ginebra, resonaron los aplausos y se descorcharon botellas de champán.

El LHC, situado en un túnel en forma de anillo de 27 kilómetros en la frontera franco-suiza, está ahora listo para registrar datos de física con esa energía récord de 13 TeV, casi el doble de la energía de colisión alcanzada en el primer período de explotación, que duró tres años.

En el primer período, el LHC se utilizó para probar la existencia del bosón de Higgs, también conocido como la ‘partícula de Dios’, que se supone tiene un papel fundamental en el mecanismo que origina la masa de las partículas elementales.

Este descubrimiento le dio el premio Nobel de Física en 2013 a dos de los científicos que lanzaron la teoría de la existencia del bosón: Peter Higgs y François Englert.

El misterio del universo

“Ahora pueden empezar las experiencias” declaró el pasado miércoles en directo en internet el director general del CERN, Rolf Heuer, aunque advirtió que no hay que esperar resultados en los próximos meses.

“La primera explotación del LHC (...) que culminó en este descubrimiento excepcional [el bosón de Higgs] en julio de 2012, solo fue el principio del viaje. ¡Ha llegado la hora de la nueva física! Los primeros datos empiezan a llegar. Veamos qué revelarán sobre la forma como funciona nuestro universo”, aseguró.

En los próximos tres años el LHC intentará obtener datos para comprender los misterios de la materia, con esa nueva energía casi duplicada.

Según el CERN, “la reanudación de la adquisición de datos marca el inicio de la Temporada 2 del LHC y abrirá perspectivas en territorios inexplorados de la física”.

El Gran Colisionador de Hadrones (LHC) está formado por un túnel en forma de anillo, de 27 kilómetros de diámetro, ubicado en la frontera franco-suiza. Foto: AFP

En las próximas semanas los científicos empezarán a registrar los datos de las colisiones a energías inéditas. Hasta 1.000 millones de colisiones se producirán cada segundo que generarán avalanchas de partículas en los detectores.  

En cada segundo de funcionamiento del LHC y de sus experiencias, varios gigaoctetos de datos llegarán al centro de cálculo del CERN para ser almacenados, seleccionados y compartidos con los físicos del mundo.

A una profundidad de 100 metros bajo tierra, a lo largo del anillo del LHC, se hallan cuatro “experiencias” -cuatro detectores encargados de escrutar las colisiones que luego los científicos deberán analizar- del tamaño de un inmueble.

Dos de estos detectores, Atlas y CMS, son polivalentes y están concebidos para explorar una gama de fenómenos de física, desde el bosón de Higgs hasta la materia oscura.

Por su parte, la experiencia Alice se especializa en el plasma ‘quark-gluon’, un estado de la materia que hay a densidades o temperaturas   elevadas y que los expertos consideran que habría existido momentos después del Big Bang.

El cuarto detector, llamado LHCb, intenta comprender las diferencias entre materia y antimateria, analizando algunos quarks (partículas elementales).

“Intentamos hallar una brecha” en la teoría del “modelo estándar”, la teoría que integra los conocimientos actuales sobre las partículas y las  fuerzas fundamentales, explicó Pauline Gagnon, investigadora del CERN.

“Es una buena base, pero este modelo solamente explica la punta del iceberg”, subrayó.

“No dice nada, por ejemplo, sobre la materia oscura, que no se ve pues no emite luz, pero que representa el 27% del contenido del universo”, ilustró Gagnon.

Adicional a esto, con el LHC se espera tener datos que proporcionen un indicio sobre la energía oscura, un tipo de fuerza que, a diferencia de la gravedad, repele la integración de la materia ordinaria y expande el universo. Este tipo de energía ocuparía las tres cuartas partes de la masa del cosmos. (I)

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