El holandés que quiere limpiar de plástico los océanos crea un plan más barato
Un joven holandés que tiene un ambicioso proyecto para limpiar las inmensas "zonas de basura" plástica que flotan en el océano Pacífico presentó este jueves un nuevo sistema que le permitirá comenzar su proyecto 2 años antes de lo previsto y con menos presupuesto.
La estrategia de Boyan Slat consiste en usar las corrientes oceánicas para ayudar a recoger cerca de 5 billones de objetos de plástico -botellas, bolsas, chanclas y demás desechos- de las aguas del planeta.
Según el proyecto "The Ocean Cleanup" (la limpieza del océano), cada año llegan a los océanos 8 millones de toneladas de plásticos, muchos de los cuales se concentran en enormes placas de desechos, convirtiéndose casi en "continentes" de basura.
Tras varios años de investigación, en los que realizó el primer mapa aéreo de la mayor isla de basura del Pacífico, entre Hawái y la costa de California, su nuevo sistema ha cambiado radicalmente sus planes.
Slat, que apenas tiene 22 años, espera poder utilizarlo en un plazo de 12 meses, en vez de hacerlo en 2020, la fecha prevista hasta el momento.
El joven ha descartado su idea inicial de atar una barrera de 100 kilómetros de longitud con forma de uve al fondo del mar.
Ahora un equipo de científicos e ingenieros tiene previsto sustituir esa gran barrera por "una flota de sistemas más pequeños", que no estarán atados al lecho del mar, sino empujados hacia el fondo mediante un ancla flotante de 12 metros, que se moverá lentamente recogiendo el plástico, por efecto del viento y de las corrientes, explicó Slat.
El primer prototipo ya está en producción en California. "Creemos que la longitud óptima está entre uno y dos kilómetros", dijo a la AFP.
El sistema estará equipado con un GPS y un aparato de seguimiento podrá entregar las coordenadas a barcos que peinarán el área.
El primer proyecto de Boyan Slat tenía un costo aproximado en 320 millones de euros. Con esta reformulación cada prototipo costará 5 millones de euros, lo que haría que el proyecto sea más atractivo para los patrocinadores, y ayudaría a bajar la inversión inicial en un tercio.
Slat cree que el plan podría remover el 50% de la placa de plástico del Pacífico en un plazo de 5 años, mientras que su proyecto inicial estimaba que podría captar el 42% de la basura en una década.
Este joven desafió las pesimistas proyecciones de expertos en el tema, que advertían que no había nada que hacer.
Con este esquema, Slat cree que toda la placa podría ser eliminada para el año 2050.
"La verdad es que incluso pienso que esta estimación es conservadora", explicó.
El plástico tarda años en degradarse. Slat mostró una vieja caja para botellas de la década de 1970, que su equipo recogió en el océano Pacífico el año pasado.
Sin embargo, micropedazos se desprenden y se dispersan por los mares, interfiriendo con las cadenas alimentarias, con efectos nocivos para la vida marina.
Las tortugas, los peces, los delfines y otros animales se enredan en el plástico flotante o tragan trozos pensando que se trata de comida.
El prototipo costó 1,5 millones de euros (1,69 millones de dólares), que fueron financiados por campañas de "crowd-funding" y también por donaciones, incluyendo ayudas del Gobierno holandés. (I)