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Las críticas, paradójicamente, ocurren a través de redes sociales

El éxito de los ‘selfies’ en el ‘hach’ musulmán genera controversias

Unos peregrinos musulmanes posan para un ‘selfie’ durante el ritual ‘Jamarah’, la lapidación de Satán. Foto: AFP.
Unos peregrinos musulmanes posan para un ‘selfie’ durante el ritual ‘Jamarah’, la lapidación de Satán. Foto: AFP.
09 de octubre de 2014 - 00:00 - Agencia AFP

Yusef Ali abraza a su anciano padre levantando los brazos frente a uno de los lugares más sagrados del Islam, mientras ambos sonríen para un ‘selfie’, una novedad que se ha impuesto este año en el ‘hach’.

Pero no todos están contentos con que los jóvenes peregrinos del mundo entero hagan constantemente ‘selfies’, fotografías tomadas de uno mismo, mientras siguen las reglas del ‘hach’, que son la cima de la vida espiritual musulmana.

Desde la ‘Tawaf’ -el rito que consiste en recorrer 7 veces la sagrada Kaaba en La Meca- hasta las oraciones en el monte Arafat y la lapidación del ‘diablo’ en Mina, todas las etapas centrales del ‘hach’ han sido grabadas en teléfonos móviles y cámaras para la posteridad y para compartir enseguida en las redes sociales.

El ‘hach’ es una de las mayores concentraciones religiosas del mundo. Este año han viajado más de 2 millones de fieles a Arabia Saudí.

“Es mi primera vez y tengo que capturarlo en foto”

“Como este es mi primer peregrinaje, para mí es importante documentar todos los acontecimientos que pasan a mi alrededor”, explica Ali, de 24 años, mientras saca una foto de sí mismo ante un gran cartel verde del “Gran Jamarah”, que se refiere al muro donde los musulmanes lapidan de forma ritual a Satán.

“Tomo fotos en todos los sitios a los que voy, sobre todo ahora que existen estas pequeñas cámaras que ofrecen vistas panorámicas”, asegura con una sonrisa este kuwaití, que viste un pantalón de chándal y sandalias.

Pese a sus 65 años, el padre de Alí no ve nada malo en tomar fotos de uno mismo. “Los que lo hacen inmortalizan una experiencia excepcional para muchos musulmanes”, asegura el señor.

Dos mujeres que visten negras abayas, largas túnicas que cubren todo el cuerpo, apresuran el paso hacia el “Gran Jamarah”, pero no sin detenerse antes para un ‘selfie’.

El fenómeno creciente ha suscitado, sin embargo, controversias entre los musulmanes más conservadores.

Algunos no han dudado en criticar en la mundialmente famosa red social Twitter a los peregrinos que hacen ‘selfies’.

“Cuando hicimos el ‘umra’ (peregrinaje menor a La Meca) a mediados de los noventa, a mi padre casi le confiscan la cámara con gritos de ¡‘haram’! (‘¡ilícito!’), mientras que ahora todos hacen ‘selfies’ con sus móviles”, escribe un fiel, sorprendido, en Twitter. “¡Vaya mundo!”, opina el indignado fiel musulmán.

“Es para conectar con Alá y purificar el alma. No deberían hacerse ‘selfies’ durante el ‘hach’”, defiende otro usuario quien ve inaudito el uso de cámaras en el evento.

Un profesor de Teología de Riad contactado no ve “ningún problema si las fotos se hacen para un uso personal”.

“Pero si se toman con el fin de exhibirse, están prohibidas, sobre todo las que se hacen durante el ‘hach’”, añade.

Por eso “es mejor que los musulmanes eviten las fotos”, concluye este profesor, que prefiere guardar el anonimato por lo difícil que resulta hablar de religión en el reino ultraconservador.

Para otra joven peregrina, “estos argumentos no convencen” porque los ‘selfies’ “no tienen nada que ver con la religión”.

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