Blizzard se ha caracterizado por desarrollar videojuegos que han marcado la industria como los títulos Warcraft, Starcraft y Diablo.

Este último representa, en la actualidad, el buque insignia del género denominado rol. En el mundo de los videojuegos, un título de rol es aquel en el que el usuario puede ser parte de la historia, intervenir directamente en los puntos de giro de la trama, teniendo la oportunidad de cambiar el curso normal de los eventos.

En pocas palabras, la narración del juego depende directamente de las decisiones que tome el jugador. Ahora, si a estas características propias del género rol le agregamos acción, tendremos una combinación que generará muchas horas de entretenimiento. Pero en el mercado  hay muchos títulos que combinan estos elementos, ¿qué hace a Diablo diferente?

En 1996 vio la luz la primera versión de Diablo, que se trataba básicamente de crear un personaje humano que intervenía en una guerra utópica entre el bien y el mal, cuya misión era derrotar al abanderado de los demonios: Diablo.

La trama del juego era sencilla, pero el gameplay, que permitía personalizar totalmente a los protagonistas, junto a los escenarios, la música y la rejugabilidad, no es otra cosa que volver a jugar desde el comienzo pero con dos niveles más difíciles descubriendo nuevos objetos que potenciaran las capacidades del personaje que marcaron la diferencia. Como si fuera poco, cuatro usuarios podían jugar en línea. La armonía entre estos elementos daban como resultado un juego adelantado para la época.

La segunda entrega, Diablo II, llegó cuatro años después, en 2000, cosechando los éxitos de una saga que empezaba a tener mucha popularidad entre los jugadores.

En 2008 se anunció que la franquicia tendría una tercera entrega, Diablo III, que se estrenó el pasado 15 de mayo con una venta récord de 3,5 millones de copias en tan sólo 24 horas, una cifra significativa dentro del mercado de los videojuegos.

Hasta hoy, el juego ha vendido cerca de 7 millones de copias en el mundo, convirtiéndolo en el juego de PC más vendido de la historia.

Diablo III repite la fórmula que lo llevó a ser un superventas, pero con muchos elementos pulidos. De entrada lo primordial será elegir al personaje, ya que se lleva muchas horas desarrollando sus habilidades, así como desentrañar los objetos que dispone el título.

La opción multijugador en línea ha mejorado notablemente al hacer las partidas más fluidas, ya que un jugador puede unirse a la partida de otro en cualquier momento y reemplazar al acompañante por defecto para ayudarlo a  completar el juego conjuntamente. 

Dentro de poco la experiencia online aumentará al agregarse la opción jugador versus jugador en el que los usuarios podrán poner a prueba sus personajes contra otros del mundo.

Diablo III se consolida como una saga aclamada que promete muchas horas de juego y, sobre todo, asegura la calidad de la franquicia.