¿Cuál es la diferencia entre WhatsApp y Telegram?
En octubre de 2021, usuarios de WhatsApp detectaron algunos cambios en la política de privacidad de la aplicación, la cual direcciona a los consumidores de esta red a que compartan información personal vinculada aplicaciones como Facebook, entre otras. Esto fue considerado como un abuso a la privacidad de los datos personales, por lo que ciertas personas decidieron probar otras Apps.
Una de ellas es Telegram, un software gratuito fundado por Nikolai y Pavel Durov en el 2013, que se ha convertido en la competencia más fuerte que tiene WhatsApp porque ambas son aplicaciones de mensajería personalizada. Hasta octubre del 2021, Telegram tiene más de 500 millones de usuarios y ofrece los mismos servicios que WhatsApp, aunque con algunas mejoras detalladas a continuación.
La función de editar mensajes es un privilegio que posee Telegram. En el caso de que te hayas equivocado en alguna palabra o frase al enviar algún mensaje desde esta App puedes corregirla sin que llegue alguna notificación en el chat. Al contrario, WhatsApp no te permite editar y solo puedes borrar el mensaje.
Hay usuarios a los que les molesta que WhatsApp indique que un mensaje fue eliminado para todos. En cambio, con la función de Telegram se ayuda a mantener la privacidad y borrar cualquier chat sin dejar rastro.
Otra limitante que tiene WhatsApp es el crear un chat grupal de hasta 256 usuarios. En Telegram puedes agregar hasta 200.000 personas, óptimo para empresas, centros educativos y negocios de comercialización de productos.
Además, a Telegram puedes acceder sin necesidad de ingresar tu número de celular, ventaja que WhatsApp no tiene.
Finalmente Telegram tiene la opción de encontrar grupos por geo localización (parecida a la aplicación Tinder), permite encontrar grupos y usuarios cercanos a ti. Así los usuarios localizan a asociaciones vecinales y cooperativas de interés en el lugar donde se encuentran.
Estas son las diferencias de las dos aplicaciones. ¿Con cuál quedarse? La decisión es tuya.
