En los últimos años, los petreles se han visto afectados por las variaciones ambientales
Científicos latinos exigen mayor ayuda regional en la Antártida
Científicos y funcionarios pidieron aumentar la cooperación internacional para preservar la Antártida durante la más importante cita diplomática latinoamericana sobre el ‘Continente Blanco’, celebrada esta semana en Buenos Aires.
Los participantes en la XV Reunión de Administradores Nacionales de Programas Antárticos (Rapal) acordaron afrontar conjuntamente los grandes desafíos del ‘Continente Blanco’, entre los que se encuentra la lucha contra el cambio climático, expresó Mariano Memolli, responsable de la Dirección Nacional del Antártico argentino.
“Los proyectos de máxima prioridad son los que tiendan a incrementar la cooperación regional”, destacó Memolli, quien subrayó la importancia de un encuentro celebrado cuando se cumplen 25 años de cooperación latinoamericana al continente antártico.
La Rapal reunió durante cuatro días a unos 70 científicos, expertos de Brasil, Chile, Uruguay, Ecuador y Perú, con Venezuela y Colombia como países observadores.
El trabajo en conjunto surgió de reuniones realizadas entre 1987 y 1989 entre Chile, Argentina y Uruguay.
Ecuador, Brasil y Perú se sumaron a la Rapal, tras los primeros avances a favor de la Antártida.En las conclusiones de la cita recomendaron a los Estados seguir potenciando el uso de energías alternativas que permitan reducir el uso de combustibles fósiles, mejorar la gestión de residuos y aumentar los controles sobre fauna no autóctona para favorecer la preservación ambiental del ecosistema antártico. “Los efectos del cambio climático global repercuten de forma muy grave en la Antártida”, dijo Memolli.
El funcionario argentino señaló que continuarán en los próximos años las líneas de investigación sobre el impacto de este fenómeno en el balance de las masas de glaciares, que han disminuido en los últimos años, y en los frágiles ecosistemas terrestres y marítimos de la zona.
Durante la cita científica, se presentó un nuevo censo de aves antárticas que incluye a cuatro nuevas especies de petreles, una de las aves voladoras marinas de mayor tamaño junto a los albatros. En los últimos años, los petreles se han visto muy perjudicados por el cambio climático al ver reducida su alimentación como consecuencia del aumento de las temperaturas y el deshielo.
Memolli remarcó que no hay diferencias políticas entre los distintos países sobre el cambio climático, ya que todos comparten la preocupación.
Los participantes coincidieron también en la necesidad de mejorar las capacidades logísticas regionales en la Antártida, como el refuerzo de la seguridad aérea y la construcción o ampliación de bases comunes.
Como parte del intercambio de conocimientos y tecnología, científicos del Instituto Antártico Argentino presentaron durante el encuentro mapas geológicos y geomorfológicos de la isla Marambio y de la zona próxima a la base Bahía Esperanza.
Eloy Sira, jefe de la delegación venezolana, calificó como muy fructífera e importante la reunión celebrada en Buenos Aires.
El director del Instituto Venezolano de Investigaciones Científicas reiteró la necesidad de la cooperación latinoamericana, con el fin de garantizar a las nuevas generaciones la preservación de esa masa continental, clave para comprender los fenómenos de nuestro planeta.
Además, afirmó que el país se apresta a suscribir el Protocolo de Madrid sobre protección del medio ambiente antártico que les permitiría concurrir como miembros de pleno derecho a la Rapal.
El trabajo latinoamericano en conjunto surgió de las reuniones de los directores de los institutos antárticos de Argentina, Chile y Uruguay, que se realizaron entre 1987 y 1989, a las que un año después se sumaron Brasil, Ecuador y Perú.