Carrasco reivindica a las mujeres sobre una moto
Tiene 20 años y ya hizo historia. Ana Carrasco (foto), una joven española originaria de Murcia, se convirtió el domingo pasado en la primera mujer en ganar una carrera del Mundial de motos.
El escenario fue el torneo que se celebra en Portimao, Portugal, donde participan algunos de los pilotos más experimentados del mundo. Contrario a todos los pronósticos y ya en la última ronda, la joven aventajó a sus más cercanos rivales, el italiano Alfonso Coppola, por 53 milésimas de segundo, y a su compatriota Marc García, por 63 milésimas, para abrirse paso a la meta y coronarse en la carrera.
“Estoy muy contenta porque llevamos todo el año trabajando. Desde el principio del Mundial pensé que podíamos vencer, pero hubo carreras en las que no tuvimos mucha suerte”, explicó Carrasco al diario especializado Marca.
La joven aseguró que su victoria constituía una reivindicación de la mujer en un deporte que, tradicionalmente, han protagonizado los hombres.
“Espero que esto sirva para hacerle ver a todo el mundo que una mujer puede ganar una competencia tan compleja”, dijo la deportista a Marca.
Con la victoria del domingo, la murciana se ubicó séptima en la lista de posiciones y a solo 45 puntos de Coppola, líder hasta ahora de la competencia.
No obstante, aunque se mostró escéptica con una victoria en esta competencia, auguró que se preparará para volver a hacer historia el próximo año. “Al principio pensaba que podíamos luchar por el campeonato este año, pero no tuvimos mucha suerte en las primeras carreras. Además, la Kawasaki (su moto) está un poco por debajo de la Yamaha. Hemos ido evolucionando todo lo que podíamos la moto. La idea principal para el año que viene es continuar con el equipo ETG. (I)
Su pasión por este deporte nació temprano
El triunfo del domingo no es el primer hito histórico de la joven, que ya en 2013, con 16 años, debutó en el Mundial de Moto3 y se convirtió en la mujer más joven en competir en una prueba del Campeonato del Mundo. La pasión por el motor ha marcado su vida desde los tres años, cuando experimentó por primera vez la velocidad sobre las 2 ruedas. Su padre, mecánico de motociclistas profesionales y en su día también piloto, fue quien le transmitió la pasión. (I)