Avanza la construcción del telescopio gigante Magallanes
Debajo de una cancha de fútbol y en un horno que alcanzó la temperatura de 1.165 grados Celsius, los técnicos del Observatorio Steward forjaron hoy un espejo de 8,4 metros de diámetro para el segundo lente del Telescopio Gigante Magallanes.
"Este es un proyecto que consta de seis espejos, el primero ya se completó y ahora se trabaja en el segundo espejo", dijo hoy a Efe, Joaquín Ruiz, decano del Departamento de Ciencias de la Universidad de Arizona (UA) en Tucson.
Una vez que estén terminados los espejos el telescopio se instalará en el observatorio Las Campanas, unos 115 kilómetros al noreste de la Serena, en el norte de Chile.
El Telescopio Gigante Magallanes (GMT, por su sigla en ingles), tendrá 25 metros de diámetro, con una área de recolección de luz 4,54 veces mayor a la que cualquier otro telescopio actual.
Algo que hace único al proyecto es el uso de siete segmentos de espejo, cada uno de ellos con 8,4 metros de diámetro, ubicados de forma que crearán una sola superficie óptica y lo convertirá en uno de los telescopios más potentes del mundo.
Esa potencia permitirá que los científicos obtengan imágenes más claras de planetas que orbitan alrededor de estrellas, la física de los hoyos negros y la naturaleza de la materia negra.
En diciembre pasado los científicos de la UA colocaron 21 toneladas de trozos de cristal dentro de un horno gigantesco ubicado debajo del estadio de fútbol del campus en Tucson y esta semana empezaron a subir la temperatura hasta un máximo de 1.165 grados Celsius.
Los cristales derretidos se volcaron en un molde similar a un panal de abejas que gira rápidamente.
Una vez que esté terminado este paso, el espejo será pulido por varios meses minuciosamente.
Este último paso es uno de los más delicados y durante el cual se mide constantemente el grosor del espejo.
Cada uno de los espejos se fabricará en el laboratorio astronómico Steward de UA que comenzó sus operaciones hace un cuarto de siglo y es el único del mundo que cuenta con la tecnología para desarrollarlos.
Se calcula que el GMT tendrá un costo aproximado de 700 millones de dólares y comenzará a operar en Chile en 2020.
"Hoy es una fecha muy importante para nosotros nos muestra que el proyecto continua avanzando", dijo Ruiz a Efe.
La fabricación del primer espejo duró aproximadamente seis años, la duración de los otros espejos será de tres años y el laboratorio tiene la capacidad para producirlos simultáneamente.
Ruiz indicó que, una vez que se complete cada espejo será transportado a California para después ser enviado a Chile.
En el proyecto participan un consorcio de diez miembros, entre ellos la Universidad Nacional de Australia, el Instituto Carnegie para Ciencias, la Universidad de Harvard, el Instituto Simithsonian y las Universidades de Texas y Arizona, además del Gobierno de Corea del Sur y el Instituto Coreano de Astronomía y Ciencia Espacial.
"Este proyecto es sumamente importante para la UA, la astronomía es una de las disciplinas por la que se conoce a nivel nacional e internacional, una área en la que siempre hemos estado a la vanguardia", dijo Ruiz.
El científico explicó dos características que hacen del GMT un telescopio sin par: el tamaño de los espejos y la geometría del espejo que forman en conjunto.
"Cuando se tiene un solo espejo, este es cóncavo, pero cuando tienes siete en uno solo, estos tienen una geometría especial para que cuando se coloquen juntos se conviertan en un espejo gigantesco", dijo el decano.