La astrología -estudio de la posición y los movimientos de los astros y su influencia en las personas y acontecimientos del mundo- ha sufrido un deterioro con el paso del tiempo, aunque en siglos pasados era parte fundamental en la toma de decisiones. En el medio está relacionada íntimamente con el horóscopo, pese a que data de tiempos precristianos en Babilonia y el antiguo Egipto.

En Europa tuvo una historia accidentada. Fue atacada y marginada después de la elevación del cristianismo como la religión de estado del imperio romano. Pero en las postrimerías de la Edad Media recuperó su reputación, y desde el Renacimiento hasta el siglo XVII era aceptada como una ciencia.

A partir de 1900 surgió un nuevo interés en la astrología y desde 1960, gracias al movimiento de la nueva era que apareció en el hemisferio occidental, recuperó su popularidad. Ahora se la estudia desde la perspectiva de las ciencias de la religión y de la historia cultural.

Según el profesor español Rafael Barzanallana, la astrología popular moderna proviene directamente de Claudio Ptolomeo, del siglo II a.C. Y hace más de 4.000 años, los babilonios grababan sobre tablillas los hechos relacionados con los astros.

En Colombia, Giovanni Londoño Romero, director del Centro Profesional de Investigaciones Astrológicas (Ceprinas), tiene su propia visión. A su paso por Guayaquil contó que la decisión más importante que tomó en su vida fue escoger la astrología como profesión y abandonar la carrera militar: “Pudo más el deseo de saber, de conocer, de tener la cabeza llena de conocimientos que de cargar un fusil”.​

¿Qué es para usted la astrología?

La astrología en esencia es un mapa de vida; es el equivalente a lo que sería el manual de un artículo; sin embargo, el ser humano nace sin este manual. En el cielo está la información exacta (el mapa del cielo) de cómo va a vivir esa persona, eso es astrología, la posibilidad de entender el mensaje del cielo cada vez que alguien nace.

¿Cómo el individuo puede acceder a ese mapa?

Los seres humanos tenemos algo similar a los vinos; estos últimos son de cosecha y cada cosecha identifica su calidad y un buen catador lo sabe. Lo mismo sucede con los seres humanos, hay un momento en el tiempo en que respiramos por primera vez, nuestra fecha de nacimiento, la hora en que sucedió y el lugar son los elementos que determinan la posibilidad de que yo tenga acceso a mi carta natal o astral. A partir de allí viene todo el proceso de definición, de interpretación, de decisiones.

¿Por qué a la astrología se la ha reducido a la predicción del horóscopo?

La confusión más grande y el mal más grande que se le ha hecho a un conocimiento tan antiguo como es la astrología es vincularla con los horóscopos de periódicos, revistas e inclusive espacios en la televisión donde dan una generalidad de un valor mínimo; es imposible que todos los Aries o Leos vivan la misma experiencia.

Es un conocimiento que estuvo presente en la cultura griega, romana, sumeria, que usaban la astrología para acomodar sus vidas. Elegían el momento de coronar a su emperador, de ir a la guerra, de cultivar. Estamos hablando de un conocimiento tan ancestral, con tantos siglos de existencia, que las mentes más privilegiadas que han habido en este planeta como Albert Einstein, Carl Gustav Jung, Sigmund Freud, la usaron y prueba de ello es que han dejado libros.

Actualmente John Frawley es el mejor astrólogo vivo que está recuperando la tradición de la astrología.

¿Se la ha socializado con otras ciencias?

Hay una experiencia común en muchos de los países latinoamericanos y es que afortunadamente en los últimos 20 o 30 años, ya los libros de astrología se los vende en librerías; son escritos por profesionales de esas mismas especialidades.

Hablamos de astrología médica y otras especializaciones. En la medida en que vayamos por ese camino nos vamos a poder diferenciar de los que hacen horóscopos. Lo importante es abrir un espacio para la creación de una escuela para que las personas puedan estudiar astrología y tengan un fundamento científico y una verificación inmediata.

¿Qué hacer ante el escepticismo de las personas?

La mayor contingencia o dificultad es el miedo; ciertas corrientes dicen que la astrología es obra del demonio, y que está condenada por la Iglesia. Los mayores cultores de la astrología fueron los mismos papas. Actualmente sigue siendo tema fundamental de la Iglesia católica; sin ir muy lejos los Tres Reyes Magos leyeron el cielo y esa estrella fue la que los guió hacia el Niño Jesús, ellos entendían el mensaje del cielo. La historia da cuenta de la fusión tan fuerte entre religión y astrología; esta última simplemente interpreta el cielo y ¿quién creó el cielo? Dios. Los astrólogos levantamos la mirada al cielo y entendemos y nos maravillamos con la obra de Dios. La astrología es un diálogo entre el cielo y la tierra para beneficio del hombre.

¿Cuál es su campo de acción?

Llevo estudiando la astrología desde 1981, pero desde 1994 me dedico profesionalmente a ella. En ese rango de tiempo he publicado 9 libros, fui profesor de una universidad de Astrología que hubo en Cali, Colombia.

Actualmente viajo a otros países como Argentina donde he dictado conferencias y me he vinculado a centros importantes de astrología y presento mis nuevas investigaciones y libros. (I)