App Moi combina la diversión con el aprendizaje
“Moi Aprendizaje Social” no es un videojuego, pero usa la metodología de la recreación en línea para captar el interés de sus usuarios: niños que cursen desde el tercer año de básica a octavo.
La aplicación, que surgió hace un lustro en Guayaquil, permite a los menores acceder a mil contenidos multimedia que van desde números hasta naturaleza, arte, lectura, inteligencia artificial, programación, redes sociales y desarrollo del videojuego.
Al ingresar a la página www.growmoi.com se visualiza un árbol y se escucha el sonido de las aves.
El florecimiento del arbusto se incrementará con cada uno de los aciertos que tenga el chico cuando conteste las preguntas y según el contenido elegido. El progreso, en las diferentes áreas, se mide por niveles.
El creador de la iniciativa, Carlos Huerta, de 34 años, explica que la app nació como una solución para el aprendizaje de cualquier niño. “El objetivo es que los muchachos alcancen su mayor potencial y capacidad para resolver dificultades cotidianas”.
Hace algunos días, su propuesta fue presentada en los premios GESF Ed Tech de Dubái, donde logró ubicarse entre los 30 finalistas. Se inscribieron para el certamen 800 proyectos.
Gracias a este evento, Huerta recibió propuestas para desarrollar la plataforma en países como Kenia y México. “El evento sirve como vitrina para presentar proyectos que resuelven una problemática social”.
Cuenta que la experiencia de rodearse con empresarios, ministros de distintos países y desarrolladores de app con impacto social lo alentó a seguir trabajando en la mejoras de Moi.
Anunció que en mayo presentará la aplicación móvil. “Por primera vez en la historia los chicos se podrán ganar becas en instituciones educativas, a través de la app. Solo tendrán que demostrar su aprendizaje y desempeño”.
Actualmente, la página web está disponible en dos idiomas: español e inglés.
Los beneficios que tiene “Moi” en el desarrollo del aprendizaje son diferentes.
“Su uso prolongado, es decir durante seis meses, permitirá mejorar las habilidades de lectura, uso de la tecnología, motivación al aprendizaje y resultados en pruebas estandarizadas sin necesidad de adultos”.
Además, permite a los padres de familia ver los progresos de sus hijos durante su enseñanza.
Mientras que en el campo educativo sirve para la validación del aprendizaje.
Huerta, quien estudió Negocios y Marketing en la Universidad de Carolina del Sur y Neurociencias en Chile, añade que la herramienta reemplaza las pruebas de aptitudes.
“Esto permitirá a los profesores que identifiquen los intereses del alumno, sea en matemáticas, computación u otras áreas, pero también cuáles son sus debilidades y reforzarlas”.
Los contenidos tienen más de 80% de cobertura curricular y por eso el Ministerio de Educación (MinEduc) validó la propuesta pedagógica, aunque el proceso tardó alrededor de un año.
Para la creación de la app Huerta trabajó con desarrolladores de Loja, así como diseñadores e ingenieros audiovisuales de Guayaquil.
El proyecto fue financiado por el Banco de Ideas de la Senescyt, con $ 35.000 ($ 5.000 son para la incubadora Innobis). En 2016 vendieron las primeras 5.000 copias al Ministerio de Cultura. Desde su creación, más de 7.000 niños usan la plataforma. En su mayoría, los usuarios son de Guayaquil y básicamente la emplean en las aulas; aunque también hay chicos que la utilizan para las tareas que llevan a casa. Además, hay 700 usuarios en Chile.
El inventor de la app asegura que el proyecto también puede ser usado por niños con autismo, puesto que es una herramienta excelente de aprendizaje porque la tecnología no tiene emociones.
“Le da al niño una herramienta segura que siempre es igual y está disponible”.
“Moi” -agrega- es como la evolución de la enciclopedia; en vez de tener un libro de 200 mil páginas, está la app con toda esa información.
“Hemos convertido esta experiencia en un juego, donde el usuario sube de niveles según los aciertos”.
Con los cuestionarios que deben responder los estudiantes aprenden sobre la aparición de los artrópodos, o las orquestas.
Al inicio de la aventura, los contenidos son básicos, pero conforme se avanza en los niveles se hacen más complejos de resolver. (I)