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Estudiantes se volcaron a limpiar los balnearios del país
Bajo una leve llovizna y brisa las estudiantes Melissa Ponce y Karen Pincay, de 17 años, escarbaron en la arena para extraer colillas de cigarrillo, tapas de botellas, palitos plásticos de chupetes y hasta pedazos de vidrios. También encontraron restos de redes de pescar que sobresalían en algunos tramos del balneario en General Villamil Playas.
El lugar fue uno de los seleccionados para la recolección de desechos en el marco de la campaña “Acción por el planeta”, impulsada por el Ministerio del Ambiente y la Secretaría Nacional de Agua, que es apoyada por el Ministerio de Educación y que se realiza en el marco de una iniciativa internacional.
El ministro del Ambiente, Humberto Cholango, aseguró que para la actividad, que se hizo en todo el país, se movilizaron más de 46 mil voluntarios, entre alumnos de octavo año de básica y bachillerato, docentes y universitarios de la Espol, así como de la Universidad Agraria y Espíritu Santo, e integrantes de comunidades indígenas.
Fueron 360 los cuerpos hídricos en los que se realizó la actividad de forma simultánea, lo que incluye ríos, quebradas, lagos, lagunas y playas a lo largo de las 24 provincias del país.
Cholango afirmó que “queremos hacer conciencia y llamar a los ecuatorianos para que actuemos con responsabilidad y mantener limpios los cuerpos hídricos”.
Luego de la minga aseguró que se evaluará el tipo de desecho más recogido para reunirse con los municipios y llegar a un acuerdo nacional sobre la problemática.
Durante el evento principal, el ministro de Educación, Fander Falconí, recalcó la importancia de la actividad. Advirtió que el planeta está saturado por el plástico, el cual tarda centenares de años en degradarse. “Hoy hacemos una acción positiva por el planeta y por nuestros recursos hídricos. Gracias jóvenes, hoy ustedes hacen un gesto favorable al mundo”.
En esta jornada participaron 3.100 personas como los estudiantes del Rashid Torbay, Unidad Educativa Playas Villamil y Ser.
Dejaron de ir a la playa
La contaminación obligó a Melissa y Karen a dejar de bañarse en la playa como cuando lo hacían en la niñez. Melissa recuerda que en 2016 encontró flotando un pañal. “Desde entonces no he regresado, no quiero encontrar algo similar o peor”.
Su compañera Karen, en cambio, se encontró con un preservativo. “Fue desagradable la experiencia y por eso prefiero ya no meterme. Lo más triste es que la basura está dentro y fuera del agua”.
El año pasado Erin Bohórquez descubrió a una tortuga muerta y hasta a un pelícano en la zona de rompeolas de la playa. “Ellas confunden con comida las fundas. Esto se da porque la gente las arroja al mar”. Afirma que la mayor cantidad de desechos se producen durante feriados y vacaciones escolares. (I)
Alumnos de la Espol y Universidad Agraria escarban en la arena para extraer restos de fundas y sorbetes. Foto: Karly Torres / El Telégrafo