Un grupo de voluntarios orientales llegó a Ecuador como parte del programa de la Agencia de Cooperación Internacional del Japón, (JICA), que mantiene con el país desde 1991.

Ellos brindarán su apoyo a los Gobiernos autónomos descentralizados (GAD) de Cañar, Napo, Santo Domingo de los Tsáchilas, Pastaza y Santa Elena; así como a la Fundación Reina de Quito y la Universidad Técnica de Cotopaxi.

Este grupo se integra a los 38 japoneses que ya se encuentran en el país apoyando en áreas de infraestructura, medio ambiente, educación, salud, deporte y agricultura. Hasta finales de este año sumarán en total 55 voluntarios, informó la Cancillería.

El Ministerio de Relaciones Exteriores recibió esta semana a los siete voluntarios japoneses, que compartieron con autoridades de la Dirección de Cooperación Internacional de la Cancillería cuáles serán sus actividades este curso.

Rocío Vergara, subsecretaría de Cooperación Internacional del ministerio, informó que este año se celebra el centenario de las relaciones diplomáticas entre Ecuador y Japón.

“Estamos seguros que podrán contribuir de forma valiosa a las instituciones ecuatorianas a las que se integran. Para nosotros es importante el fortalecimiento de esta cooperación técnica”, resaltó.

La delegación la integran el especialista en educación primaria Terukazu Hashimoto; la especialista en reproducción de animales Hitomi Ura; la especialista en personas con discapacidad Yu Nikawadori; la especialista en prevención y mitigación de desastres Erico Kizaki; el especialista en tenis de mesa Yoshitaka Furusawa; y los especialistas en cuidado de adultos mayores Toshiya Kaai y Chiharu Fujisawa.

“Quiero contribuir con países que tienen riesgos de desastres naturales, por eso decidí trabajar en Ecuador, especialmente en la ciudad de Salinas. Quiero mostrar cómo estar preparados para la prevención y colaborar en la capacitación de las personas en caso de emergencia”, dijo la voluntaria Kizaki.

Los voluntarios además darán asistencia en temas como prevención de desastres, atención a adultos mayores y personas con discapacidad, educación primaria o reproducción animal, entre otras especialidades. El profesor Hashimoto, por ejemplo agregó que su objetivo es contribuir en el mejoramiento de la educación con la Universidad de Cotopaxi.

La cooperación de JICA genera expectativa entre los beneficiarios quienes coinciden que se traducirá en beneficios para sus provincias y el intercambio cultural. El director de Desarrollo productivo del GAD de Cañar, Diego Urgilés, considera que será una oportunidad para compartir experiencias y contribuir con el fortalecimiento y las mejoras del sector ganadero de la provincia. (I)