Luego de 20 años de estudios clínicos en más de 15 países, el laboratorio francés Sanofi Pasteur creó la primera vacuna contra el dengue llamada ‘Dengvaxia’, que ya ha sido aceptada en Filipinas, México y Brasil a finales de 2015.

La vacuna mostró reducir el dengue en 4 de los serotipos en 2 terceras partes de los participantes estudiados, además de prevenir 8 de 10 hospitalizaciones en el 93% de los casos severos.

En 2014 el laboratorio europeo realizó el estudio final de eficacia de fase III de su vacuna candidata contra el dengue en Latinoamérica. Los resultados mostraron una reducción global significativa de 60,8% de los casos de dengue en niños, niñas y adolescentes de 9 a 16 años de edad luego de un esquema de vacunación de tres dosis.

La Agencia Nacional de Vigilancia Sanitaria brasileña (Anvisa) anunció la aprobación regulatoria a la vacuna para prevenir la enfermedad causada por los cuatro tipos de virus del dengue en individuos de entre 9 y 45 años y que viven en áreas endémicas.

El dengue es una amenaza para casi la mitad de la población mundial. Según datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS), cada año se producen 390 millones de infecciones por dengue en más de 100 países.

Un avance esperado

El médico tratante de epidemiología, Dalton Solís, explica que una vacuna contra el dengue representa un avance mayor para el control de la enfermedad, convirtiéndose en una herramienta importante para alcanzar el objetivo de la OMS: reducir el 50% de la mortalidad por dengue en 2020.

Paraguay y Argentina estudian la aprobación de esta vacuna en sus países, pero todavía no hay una fecha estimada de cuándo se concretaría el advenimiento del antivirus.

En Estados Unidos la Administración de Alimentos y Fármacos de Estados Unidos (FDA) aún no ha emitido comentarios sobre si se está analizando una solicitud para usar la vacuna en el país.

El gobierno brasileño reconoció que la eficacia de Dengvaxia -65%- está por debajo del porcentaje de protección esperado de una vacuna, que es del 80%; sin embargo, tomando en cuenta que en ese país existe una epidemia importante y que no hay opciones terapéuticas, se adoptó la decisión de aprobar la venta de la vacuna.

En términos económicos, el dengue cuesta a Brasil $ 1.200 millones cada año, una media de $ 448 por individuo hospitalizado y $ 173 por persona atendida en un ambulatorio.

Actualmente las autoridades brasileñas estudian la definición del precio de la vacuna que podría comenzar a comercializarse dentro de tres meses. También existe la posibilidad de que el Estado adquiera los inmunizadores para su distribución gratuita.

El jefe del Laboratorio de Biomedicina de la Escuela Superior Politécnica del Litoral (Espol), Washington Cárdenas, señala que la vacuna creada por Sanofi no es perfecta. “Va a ayudar muchísimo a reducir la morbilidad del dengue, pero todavía no tiene un índice óptimo de protección porque depende de si la persona ha sido infectada o no”.

Espera que otras compañías que están trabajando también en la elaboración de vacunas contra el dengue, como la empresa británica de productos farmacéuticos Glaxo Smith Kline y la compañía farmacéutica más grande de Japón Takeda Pharmaceutical Company, incrementen la eficacia en sus productos.

Ahora se habla de utilizar la vacuna a nivel global, pero Cárdenas señala que se debe estudiar el comportamiento de ésta porque puede ser que la vacuna en Asia y en América Latina tenga mayor, menor o igual protección. “Si se mantiene el porcentaje de prevención, va a tener un impacto tremendo a nivel global en cuanto a la reducción de la morbilidad del dengue”.

Cárdenas manifiesta que en Ecuador también se debería aplicar este tipo de vacuna, realizando una inversión sostenida. Además señala que las universidades y los institutos locales de investigación deben crear un consorcio para desarrollar sus propios fármacos. (I)