Firmeza, ternura y comunicación activa construyen la unión familiar
Las bases estructurales de la unión familiar se fortalecen en valores como el respeto, el amor y una fluida comunicación entre sus integrantes. Los problemas que pudiesen agrietar la sana convivencia deben ser procesados en términos de tolerancia con reglas claras y respuestas pertinentes y propias de un diálogo abierto.
La psicóloga clínica Katherine O’Rorke Domenech, directora del Centro Psicológico StressLess, aborda la cuestión desde distintos ángulos.
¿Cómo se construye el afecto y la unión en familia?
- Los padres o referentes paternos cumplen un rol protagónico en la construcción de afecto y unión en la familia. La confianza básica (madre), y la seguridad (padre) marcan un código de referencia respecto a lo que debe hacerse y lo que no. La integración de la firmeza y ternura con comunicación activa impiden que todo quede disperso, y se puede evitar el impulso de cada momento. La presencia emocional de las figuras parentales facilitan los modelos a construir. Se trata de un proceso evolutivo en el cual deben de verse favorecidos los aspectos afectivos, lo ético y lo moral. Deben de implementarse reglas, respuestas y comunicación abierta. Como objetivo fundamental a nivel familiar, se debe de respetar la individuación, respaldar la independencia, permitir la expresividad afectiva y equilibrar la libertad de cada uno de los miembros del sistema familiar.
¿Cuáles son los indicadores de una familia unida?
- Un entorno saludable familiar debe de permitir el desarrollo y la autonomía de cada uno de sus miembros. Por lo contrario, cuando se exige una fusión familiar se limita la realización personal; para que un sistema se desempeñe correctamente, todas sus partes deben de funcionar adecuadamente. También deben de respetarse los roles, jerarquías y que las reglas establecidas sean claras. La base de una buena interacción familiar es la comunicación, evitando así la rigidez y adoptando la capacidad de poder enfrentar cambios.
¿Cuáles son las principales causas de desunión entre hermanos?
- Existen muchas causas que por lo general se germinan en la infancia. Muchas veces ciertas situaciones pueden reprimirse y aflorar en la adultez. Los padres o representantes parentales juegan una dinámica muchas veces determinante ante tal evento.
En la mayoría de los grupos sociales se dan alianzas que se producen por el tipo de interacción y afectividad entre los miembros de un grupo. En las alianzas se pueden encontrar gratificaciones que permiten el crecimiento individual dentro del grupo.
La alianza entre hermanos crea el apoyo necesario para un crecimiento armónico tanto individual como a nivel sistémico. La interacción de los miembros estimula los vínculos familiares.
Los padres deben de inculcar esto desde que sus hijos son pequeños. La falla se da cuando hay una coalición en el sistema, que se define como la vinculación de dos miembros entre sí para estar en contra de un tercero. Esto se puede desarrollar entre hermanos o entre padre y madre para enfrentarse a un tercero, llevándose a cabo una triangulación en el sistema, que podría ser una de las causas de desunión entre hermanos.
Otra causa importante es el favoritismo explícito por uno de los hijos. Para los hijos primogénitos competir con la llegada del nuevo integrante (el hermano) es inquietante y doloroso, y es el inicio de la rivalidad fraternal. La continuidad de la misma va a depender mucho de cómo los padres lo manejen.
Por otro lado, la pasividad de los padres frente a la autoridad otorgada de los hijos mayores hacia los menores puede causar conflictos fraternales. Durante la infancia, los hermanos deben de jugar con sus hermanos, no tener la responsabilidad de cuidar a los otros, sobretodo cuando hay tan poca diferencia de edad. Los roles no deben de confundirse.
Un factor muy relevante a considerar, es que la relación de los padres se refleja en la relación de los hijos desarrollando réplicas. Es decir, se reproducen los mismos actos y manifestaciones verbales que se originan en la relación parental.
¿Es apropiado vivir en una misma casa con el padre o la madre y la pareja?
- La fórmula padre, madre, hijos, es el sustrato de todas las demás estructuras familiares. Aun cuando la familia nuclear está presente en la gran mayoría de las culturas humanas, es evidente que todas las culturas tienen formas alternativas de organización.
La familia extensa integra agrupamientos más amplios, incluidos las parejas de los hijos y proporcionan una gran variedad de actividades simultáneamente. El tema está en que se pierde la independencia tanto económica como emocional de la pareja, y se puede ver afectado el “ajuste” en la pareja, tanto como el desenlace de la relación, la cohesión, las actividades en pareja, la expresión de afecto y sexual en la relación, y el grado de satisfacción de cada miembro de la pareja que va a medir la cantidad de tensión en la misma.
Se podría dar por afectado el diálogo y se pone de un lado la responsabilidad y el significado que implica el vivir en pareja.
¿Cómo sobrellevar los conflictos en el círculo de familia?
- Es importante evaluar la problemática o el conflicto pertinente. No se amanece con la conflictiva, la misma se va construyendo. Las situaciones que se abordan se han generado en crisis de tipo personal y familiar y necesitan de apoyo externo.
Dependiendo del caso, estar preparado para negociar, aprender a escuchar y ser flexible en cuanto a las necesidades de los demás integrantes del sistema familiar, definir qué es lo que se desea lograr, buscar alternativas y analizar las consecuencias, establecer recompensas.
Observar en qué medida mejora la relación familiar con la mejora en la relación parental. Buscar ayuda profesional en dónde se provoquen experiencias subjetivas que generen cambios, y que proporcione a la familia métodos, recursos y técnicas dirigidas a fortalecer las capacidades latentes que refuercen los vínculos que unen a los miembros de un sistema familiar.
¿Cómo crear un balance entre las necesidades familiares y las individuales?
- Para que exista un buen entorno familiar, se debe de buscar un equilibrio entre las necesidades familiares y las individuales. Este equilibrio parte de tratar de sentirnos realizados en los demás ámbitos de nuestras vidas (laboral, social, pareja). Es decir, no se puede dejar a un lado la vida personal; el bienestar y la satisfacción son conceptos clave que aportan calidad de vida, y que incluyen respuestas emocionales en diversas áreas como familia, trabajo, matrimonio, etc.
Cumplir con las expectativas de la familia a veces es un campo difícil, lo importante es conseguir objetivos basados en los propios criterios de la persona. La satisfacción familiar podría medirse en los niveles de cohesión y adaptabilidad. Es por esto, que se debe de participar en la toma de decisiones, en la expresión de afectos, en recibir y dar apoyo emocional, pero sin dejar la autonomía.
La conciliación de las necesidades personales y familiares puede ser crucial para el ajuste psicológico de la persona. (I)