Bertha Rosero, de 56 años, llegó un sábado en la noche al Omnihospital de Guayaquil aquejada por un dolor de estómago. Al ser afiliada al Seguro Social pidió ser ingresada en el hospital privado. Los enfermeros, que solicitaron su clave y usuario de afiliación al IESS, luego de verificar que estaba al día en las aportaciones, le brindaron asistencia.

Bertha estuvo hospitalizada durante la noche por una infección intestinal y luego de la atención, con fluidos y antibióticos, fue dada de alta, pero nunca le entregaron una factura con los costos. Cuenta que pudo observar un informe de la atención que recibió esa noche y por el ingreso de emergencia había una cuenta que superaba los $ 300, fuera de las medicinas y consulta.

Desde el domingo pasado, la Asociación de Clínicas y Hospitales Privados del Ecuador (Achpe) hizo público el malestar por la falta de pago por parte del IESS a las atenciones prestadas a pacientes, como Bertha, derivados del sistema público.

El presidente del Consejo Directivo del IESS, Hugo Villacrés, sostuvo que uno de los inconvenientes por los que se registran deudas, es por el mal manejo del sistema de pagos de los funcionarios de las clínicas privadas. Según el funcionario, en la provincia que hay más problemas al respecto es Pichincha.

Además, mencionó que entre el 30% y 40% de los pagos cobrados por algunas clínicas privadas son objetados por no coincidir con los valores que el IESS toma en cuenta en sus auditorías.

Este diario solicitó información al IESS sobre el funcionamiento del sistema de pagos a los prestadores privados, pero hasta el cierre de la edición no hubo respuesta.

De su lado el Ministerio de Salud Pública (MSP) informó que hasta la fecha ha cancelado $ 14,4 millones y que hasta junio desembolsará $ 2,4 millones.

Luis Peña conoce del convenio que mantiene hace 9 años el IESS y el MSP con las clínicas y hospitales privados del país. Sabe que en caso de emergencia puede acudir a una casa de salud particular, aunque la única beneficiada con la atención sería su esposa Enma Jumbo, de 60 años, por estar afiliada.

Luis recuerda que en febrero de este año, su cónyuge tuvo una fuerte recaída producto de la depresión que le fue diagnosticada hace 6 meses. Para ahorrar tiempo en la consulta prefirió llevarla al Omnihospital. Según Luis, solo la consulta con un médico psiquiatra costó $ 100.

El IESS anunció que hasta la fecha ha cancelado $ 125 millones por conceptos de atención a los afiliados. La gerenta de la clínica Santa María de Guayaquil, Shirley Obando, expresó que al lugar llegan pacientes para hacerse cirugías generales como hernias, vesículas, apéndice o quistes. Estas operaciones pueden costar hasta $ 2.500 dependiendo el caso.

Expresa que con el IESS han llegado a un acuerdo de los plazos para pagar y el MSP tiene valores pendientes desde julio del año pasado.

El director de la clínica Guayaquil, Roberto Gilbert, no especificó los costos de la atención brindada en ese centro y tampoco dio cifras de la mora en los pagos. Pero opinó que la ministra de Salud, Carina Vance, es “quien debe manejar la seguridad social completa en el país”. La responsable de facturación de la clínica no atendió el requerimiento de este diario, al igual que los hospitales de la Junta de Beneficencia, clínica Alcívar, Kennedy y Panamericana en Guayaquil, incluso el Hospital de los Valles en Quito.

Datos

Luego de un recorrido por varias clínicas estos fueron los resultados:

$ 150 cuesta internar a un menor en el Hospital de Niños Roberto Gilbert E. de la Junta de Beneficencia, reveló Noralma Guanoluisa, madre de familia.

Una consulta en gastroenterología puede costar entre $ 40 y $ 75 con un especialista particular.

En la clínica Guzñay la internación de un paciente con úlcera cuesta $ 1.200.

Un electrocardiograma vale $ 52 en el Hospital Luis Vernaza de la Junta de Beneficencia de Guayaquil.

En la clínica Kennedy Alborada un parto cuesta $ 1.900. Incluye habitación por 2 días, cunero y quirófano. Los honorarios médicos varían según el especialista.