Cada año se registran 2.000 mamíferos marinos varados, según datos de organizaciones internacionales
Una ballena jorobada se varó en Playas
La época del apareamiento de ballenas en la Costa ecuatoriana se realiza entre julio y septiembre de cada año. La mayoría viene de la zona norte y sur del continente para aparearse en medio de la calidez de las corrientes marinas.
Hace pocos días una ballena jorobada se varó en la zona del Área Nacional de Recreación Playas de Villamil y del Refugio de Vida Silvestre Manglares El Morro, exactamente en el kilómetro 5,5 a Data, en el sector Las Valentinas, en la provincia del Guayas.
Personal del Ministerio del Ambiente (MAE) efectuó ayer la disposición final de este cetáceo, cuyos restos fueron enterrados con cal en una zona cerca de la playa.
Según María Fernanda Cortés, responsable del Refugio de Vida Silvestre Manglares El Morro, la especie era un macho juvenil de aproximadamente 9 metros, que no presentaba huellas o marcas visibles de golpes o enredos con mallas de pesca. La especie en descomposición emanaba fuertes olores.
Esta ballena no es la primera especie que se ha varado en los últimos años. Según el director de la carrera de Biología Marina de la Universidad Católica, Xavier Piguave, hace algunas semanas le ocurrió lo mismo a una ballena que tenía señales de haberse enredado en las redes. En 2012 también se registraron 2 casos más en las provincias de Guayas y Manabí.
El especialista señaló que este cetáceo está en peligro de extinción y, aunque no especificó un número exacto, dijo que hace 2 años, aproximadamente, había 10 mil ejemplares marinos.
Las ballenas adultas tienen una longitud de 12 a 16 metros y pesan aproximadamente 36 mil kilogramos. Pueden vivir entre 40 y 50 años. Esta especie tiene una forma corporal distinta a la de otros cetáceos: posee aletas pectorales largas y cabeza nudosa.
Es un animal acrobático que salta sobre las olas. Los machos emiten un canto, que dura entre 10 y 20 minutos. Este canto desempeña una función en el apareamiento. Es común que las hembras tengan una cría cada 2 o 3 años, el tiempo de gestación es de 11 meses.
Piguave dijo que la principal amenaza de las ballenas es que queden atrapadas en las redes como consecuencia de actividades de pesca ilícitas en zonas que no están permitidas.
“Que ocurra este tipo de hechos como los varamientos, especialmente cuando son cetáceos juveniles, implica que va a disminuir la población de ballenas y eso es una tristeza”, se cuestionó.
Según la Corporación CMMR Leviathan, que trabaja en la defensa de los mamíferos marinos, han surgido nuevas amenazas para los cetáceos. Por ejemplo, la contaminación química de basura y desechos químicos vertido en los mares daña los tejidos de estos animales.
El calentamiento global también afecta las condiciones superficiales del mar y pone en peligro la cadena alimenticia primaria. Además, hay estudios que confirman que los rayos ultravioleta estarían perjudicando la piel de las ballenas y reduciendo su colágeno.