El desperdicio o pérdida de los alimentos, desde la producción agrícola hasta el consumo final en los hogares, es una realidad que según la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), debe ser reducida para evitar el desequilibrio.

Estudios realizados por el Instituto sueco de Alimentos y Biotecnología (SIK) entre agosto de 2010 y enero de 2011, revelaron que a nivel mundial se desperdician 1.300 millones de toneladas de alimentos, mientras que 870 millones de personas pasan hambre.

¿Cómo actuar para evitar el despilfarro? Una de las medidas empleadas desde 1967 es la conformación de los Bancos de Alimentos como fuente de recolección y posterior distribución de recursos alimentarios a los más necesitados. Fue en ese año cuando John Van Engel estableció la primera entidad en la ciudad de Phoenix, Arizona (Estados Unidos), con la finalidad de donar los excedentes de alimentos o productos de empresas y comercios. (Ver infografía ampliada)

En Ecuador, una de las organizaciones que se dedican a esta labor de manera voluntaria es el Banco de Alimentos Diakonía, constituido en 2011 con el aval de la Arquidiócesis de Guayaquil.

De las 88 toneladas que se recogen al año en Diakonía, 70 hubiesen sido quemadas.La institución cuenta con 33 agencias beneficiarias, entre fundaciones, instituciones educativas y parroquias, quienes a más de los alimentos reciben capacitación sobre el manejo y seguridad industrial de los productos.

Federico Recalde, coordinador general del Banco de Alimentos Diakonía (norte de Guayaquil), señala que a las bodegas de la entidad llegan bebidas, chifles, sardinas, fideos y otros productos no perecibles que están cerca a cumplir su fecha de expiración o son un excedente para las empresas. Además, se recolectan   artículos de limpieza como cloro, detergente y desodorantes.

Recalde considera que el trabajo realizado por la organización ayuda a disminuir el despilfarro. “De las 88 toneladas que se recogen al año, 70 hubiesen sido quemadas”.

Explica que entre las empresas donantes se encuentra una importadora de cereal. En cada entrega dona a Diakonía 5 toneladas, cuyo destino hubiera sido el incinerador de productos porque las empresas privadas no están en condiciones de almacenar tales cantidades de cereal. “La empresa, haya vendido o no, no puede quedarse con los productos porque viene una nueva mercadería. Pero nosotros sí podemos recibirlo porque los repartimos poco a poco”, manifiesta.

Bancos en otras ciudades

Con la ayuda de una colecta masiva realizada en octubre de 2013, Diakonía logró recolectar 115 toneladas de comida. Para adquirir productos que no son recibidos en donaciones, la organización se financia a través de mercados de pulgas.

En la capital, el Banco de Alimentos Quito cuenta con el apoyo financiero de la Cooperación Técnica Belga (CTB). La entidad elabora loncheras infantiles nutritivas que incluyen los 4 grupos alimenticios principales: cárnicos, cereales, lácteos y frutas, para mejorar el nivel nutricional de los niños en edad escolar que provienen de hogares en los que la madre es jefa de hogar.

En los mercados mayoristas se desperdician cerca de 3 toneladas diarias de frutas y legumbres.De acuerdo a la institución, el Banco de Alimentos nació por la urgente necesidad de aprovechar mejor los recursos alimentarios, ya que en Quito se desperdician diariamente 2 toneladas de alimentos aptos para el consumo humano.

En Colombia está la Asociación de Banco de Alimentos de Colombia (Abaco), integrada por 20 organizaciones del país. Solo en 2011 ayudó a 220.528 personas con la entrega de 16.300 toneladas de productos alimenticios no perecibles.

Para Recalde, en Ecuador la falta de organizaciones entre las fundaciones impide que las donaciones sean mayores. “Con una Asociación nacional de Banco de Alimentos las donaciones se pueden cruzar”.

Expresa que aumentar el número de beneficiados es uno de los propósitos de la organización, que este año busca la afiliación en la Global FoodBanking Network (Red Mundial de Bancos de Alimentos). “Quienes son favorecidos han cambiado la forma de nutrición y se sienten entusiasmados con cada aporte”, sostiene Recalde.

En este año, Diakonía prevé construir un nuevo cuarto en su bodega con la intención de rescatar los productos que se pierden en los mercados mayoristas.

De acuerdo a la Municipalidad de Guayaquil, en los mercados se desperdician alrededor de 3 toneladas diarias de frutas y verduras, porque no son vendidas a tiempo.

¿Cómo prevenir el despilfarro?

Las recomendaciones del estudio de la FAO ‘Pérdidas y Desperdicio de Alimentos en el mundo’, muestran que existen soluciones  a lo largo de la cadena alimentaria para reducir el despilfarro.

“En los países de bajos ingresos, las medidas deberían ir dirigidas, en primer lugar, hacia el productor (mejorando las técnicas de cultivo, la educación de los agricultores, las instalaciones de almacenamiento y las cadenas de refrigeración)”, señala el informe. Además, sostiene que en los países industrializados, las  propuestas serían poco rentables si los consumidores siguen desperdiciando a los niveles actuales.

“Hay que informar a los hogares y cambiar el comportamiento que provoca los altos niveles actuales de desperdicio”, agrega el informe.

Otra manera de evitar el despilfarro de alimentos es realizar una compra inteligente de  productos. Lo ideal es elaborar una lista de lo que se requiere antes de salir al supermercado, comprar frutas y verduras de la temporada, consumir alimentos de pequeños productores y no adquirir múltiples empaques de productos en oferta (los típicos 3x1) si su familia es pequeña.