Un nuevo modelo de gestión se aplicará en las áreas protegidas
El 19,2% del territorio ecuatoriano corresponde a las 53 áreas naturales protegidas del país y que fueron declaradas para preservar la biodiversidad de sus espacios.
Santiago Silva, director nacional de biodiversidad del Ministerio del Ambiente (MAE), cree necesario realizar un reordenamiento de estos espacios y, sobre todo, definir temas de uso y tenencia de la tierra.
“Trabajamos en un plan para saber cómo abordar el tema con quienes son posesionarios de territorios dentro de áreas protegidas -antes de la declaratoria- (...). Además, buscamos un nuevo modelo de gestión con una visión que considere a las áreas protegidas como un punto de encuentro, de concienciación y aprovechamiento sostenible”, expresó a propósito del Día Nacional de las Áreas Protegidas, el cual se recuerda hoy.
El funcionario cree que hay espacios que muestran un considerable desgaste y analiza -de acuerdo a la normativa ambiental- la posibilidad de reestructurar e incrementar el número de áreas protegidas.
Silva reconoce que el ecosistema de las islas Galápagos -que no es el más grande dentro de los espacios protegidos- tiene una diversidad de especies únicas en el mundo y por ello tiene una importancia natural extremadamente interesante.
Las áreas
La región oriental tiene una de las mayores extensiones territoriales dentro de las áreas protegidas. Solo el Parque Nacional Yasuní contabiliza 1’000.000 de hectáreas que abarca las provincias de Orellana y Pastaza; en cambio, la Reserva de Fauna Cuyabeno tiene una extensión de 600.000 ha en las provincias de Orellana y de Sucumbíos.
Otras áreas reúnen distintas cacarterísticas: ecosistemas de altura y zonas de bosque tropical (Reserva Ecológica Cotacachi-Cayapas, que va desde la provincia de Imbabura hasta Esmeraldas).
“Hay otras, como el Parque Nacional Llanganates, que va desde los páramos hasta la Amazonía”.
El presupuesto del MAE para mantener el cuidado de este 19,2% del territorio sobrepasa los $ 50’000.000 anuales.
En 2015 el monto invertido fue de $ 52’000.000, de ese valor, alrededor de $ 20’000.000 se destinaron a temas operativos y al pago del personal que labora en las áreas (1.000 personas, de ellas 733 son guardaparques).
El 38% del presupuesto va a las áreas protegidas de Galápagos. “Ninguna área protegida está totalmente equipada, pero creo que el Estado ecuatoriano ha hecho un enorme esfuerzo en los últimos años y eso sirvió para mejorar las condiciones actuales”.
En lo económico, 75 hidroeléctricas se abastecen de las cuencas hidrográficas de áreas protegidas, las que cubrirán más de 80% de la demanda total de energía a nivel nacional, a través de fuentes renovables.
La conservación es vital
Para el investigador del Fondo Peregrino del Grupo Cóndor, Hernán Vargas, es fundamental tener zonas protegidas en el país para preservar la vida silvestre y garantizar la biodiversidad en el territorio.
Sin embargo, cree que el MAE también debe considerar aquellos espacios que -sin estar dentro de la protección estatal- guardan elementos valiosos para aprovechar los ecosistemas. (I)