Un flamante centro para atender discapacidades
Alrededor de 4.800 personas con problemas de discapacidad severa recibirán tratamiento integral en la nueva Casa de Acogida, ubicada en la parroquia Conocoto (Ceprodis), al sureste de Quito.
El centro, que funcionará como un establecimiento de referencia, basará su atención en tres ejes fundamentales, explicó Ximena Ponce, ministra de Inclusión Social y Económica (MIES).
El primer servicio consiste en que las personas con discapacidad, que no puedan valerse por sus propios medios (con un alto nivel de dependencia) recibirán la ayuda médica requerida. Este sistema está en capacidad de atender hasta 30 personas diariamente.
El segundo se trata de la atención domiciliaria. Hay una base de información obtenida por medio del trabajo de la Misión Manuela Espejo, que impulsa la Vicepresidencia de la República.
“En el centro de información de la Misión Solidaria están localizadas georreferencialmente las personas con discapacidad, lo que permite a los médicos llegar hasta sus hogares”, expresó ayer el vicepresidente de la República, Lenín Moreno, en el marco de la inauguración de la Casa de Acogida.
A través de esta modalidad se prevé atender a un mínimo de 1.200 personas al años incluidas aquellas que se encuentren en situación de abandono o extrema pobreza.
El tercer servicio del centro es la promoción y difusión de derechos, la finalidad es motivar a las personas con discapacidad y sus familias a evitar convertirse en sujetos de discriminación social.
El tipo de atención que recibirán estas personas no solo se orienta a la parte médica, sino a tratamientos psicológicos, terapias de rehabilitación física, de lenguaje, formación ocupacional, alimentación y esparcimiento, por lo cual cuentan con espacios específicos y equipamiento adecuado. Hay un grupo de 20 médicos especialistas y trabajadoras sociales.
Jeaneth Verdejo, moradora del sector y madre de un pequeño de tres años que padece hidrocefalia, afirmó que en la zona de Conocoto, el único lugar donde las personas con discapacidad podían recibir atención, era el Instituto de la Niñez y la Familia (INFA), pero no era suficiente. “Hacía falta un lugar así porque no había quien se encargue de atendernos, siempre hemos sido marginados”.
Para María Caiza, quien vive con su nieta que tiene parálisis cerebral, el funcionamiento del centro es una gran noticia, “a veces no puedo ni salir a trabajar, es una carga muy dura, creo que este lugar beneficia a los pacientes y a los familiares”, manifestó.
El costo del proyecto supera los $ 400 mil. El MIES financió el 80% y el Cabildo capitalino el 20%, indicó el director de la institución, Patricio Cazares.
El Vicepresidente hizo un llamado al personal de trabajo del centro para que tengan buena actitud laboral. “Ya se invirtió en infraestructura, ahora ustedes son los responsables de la atención”.
La ministra Ponce aclaró que las personas que acudan al centro podrán ser enviados a otros establecimientos, según las condiciones y necesidades que tengan.
Junto a este centro funciona, además, un establecimiento de atención al adulto mayor, en el que reciben asistencia integral sin estar afiliados al Instituto de Seguridad Social.
“Lo importante con esta gestión es que se llegará a todos los sectores socioeconómicos, ya estamos trabajando con los ancianos, ahora debemos atender a las personas con discapacidad que muchas veces fueron escondidas por sus propias familias”, expresó Augusto Barrera, alcalde de la ciudad.