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Estrés y deshidratación
Un estudio asocia enfermedad renal crónica con el cambio climático
El cambio climático acelera las tasas de enfermedad renal crónica causada por la deshidratación y el estrés por calor, según un estudio dirigido por expertos de la Escuela de Medicina de la Universidad de Colorado, Estados Unidos; y la fundación La Isla.
Los resultados sugieren que un trastorno llamado nefropatía por estrés térmico puede representar una enfermedad de poblaciones olvidadas, pero que puede surgir como una de las principales causas de mala salud de los riñones en un futuro próximo.
Los expertos creen que el riesgo de nefropatía por estrés por calor se ha incrementado debido al calentamiento global y el aumento de las olas de calor extremas y que está teniendo un impacto desproporcionado en las poblaciones vulnerables, como los trabajadores agrícolas. La disminución de la precipitación exacerba esta epidemia mediante la reducción del suministro de agua y su calidad, conforme suben las temperaturas.
Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), la enfermedad renal crónica afecta a cerca del 10% de la población en el planeta. Se puede prevenir, pero no tiene cura, suele ser progresiva, silenciosa y no presenta síntomas hasta etapas avanzadas, cuando las soluciones como la diálisis y el trasplante de riñón ya son invasivas y costosas. (I)