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Ecuador, 24 de Febrero de 2025
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El Telégrafo

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Un Batman ‘criollo’ se mete a los hospitales para ayudar a los niños

El hombre revela que es docente, cumple labores administrativas y está casado. Su mamá lo ayuda a vestirse y las enfermeras a colocarse las mascarillas para proteger la salud de los niños delicados.
El hombre revela que es docente, cumple labores administrativas y está casado. Su mamá lo ayuda a vestirse y las enfermeras a colocarse las mascarillas para proteger la salud de los niños delicados.
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Abundante fantasía, ansias de solidaridad y un pacto de anonimato inquebrantable. Un Batman argentino ha hecho del hospital de niños de La Plata un blanco de risas contra el dolor y fuente de donaciones de lo que falta en el sector público.

“Me siento muy conectado con mi espíritu de niño y con la solidaridad, sobre todo en una Ciudad Gótica como esta, que es Argentina”, explicó en su ‘baticueva’, Bruno Díaz, el enmascarado de La Plata, donde vive, trabaja y actúa aferrado al incógnito con el nombre de fantasía del personaje.

De pies a cabeza es Batman. Solo revela que es docente, cumple labores administrativas de lunes a viernes, está casado y tiene tres hijos. “Aún chiquitos, cuando me ven de Batman creo que se asustan un poco. Pero no puedo decir más, quiero preservar mi identidad”, explica con voz grave. Antes, su madre acomodó la capa y cada broche del traje del “hombre murciélago”.

Desde hace cuatro años, cada viernes sube raudo a su ‘batimóvil’, un Renault Fluence negro con líneas amarillas y ‘alas’. El logo del superhéroe está en neumáticos, volante, luces exteriores y posapies. “Todavía es del banco, me queda una cuota”, aclara en el garaje de la casa donde lo esconde de curiosos.

Enciende el motor y suena la música de Batman Inicia (2005), la primera de la trilogía del director Christopher Nolan. “¡Santa aventura!”, diría el personaje creado en 1939 y popularizado en una serie de televisión entre 1966 y 1968.

Al ritmo de notas dramáticas acelera a 110 km/h en las estrechas calles de un barrio de clase trabajadora. Estaciona en el hospital de niños Sor María Ludovica, de La Plata, un centro de salud pública de alta complejidad, y desciende cargado de dibujos y golosinas.

“¡Rayos y centellas Batman!”

El ‘Batman’ solidario fue visto de civil, por primera y única vez, por dos monjas del hospital, la mañana del 2 de abril de 2013, cuando pidió permiso para visitar a los enfermos.

Esa noche La Plata sufriría una catástrofe natural: un aguacero inundó la mitad de la ciudad, dejando 90 muertos, cientos de damnificados y daños millonarios.

Se estrenó en su personaje con un traje de neopreno, capa y botas de nieve.

Sin saberlo, se iniciaba en esta labor pocos años después de que un alter ego en EE.UU, Lenny Robinson, se hiciese popular entre los niños por visitarlos en el hospital vestido de Batman. Murió en 2015 en un accidente en su Batimóvil. “Son muchos motivos por qué elegí a Batman, características que tienen que ver con lo solidario, creer que sin justicia nada funciona”.

En el hospital lo reciben con risas. “Cambia el ánimo de los chicos que están mal”, celebró Celia Quiroz, madre de Pablo Valdez, que con siete años y un Batman en su pijama está hospitalizado por una infección que le impide caminar.

La hermana Adriana, cómplice, le ajusta la capa antes de pasar a otra sala con niños delicados.

Pone un tapabocas sobre la máscara y visita a Florencia, la hija de 16 años de Érica Agüero. Ella “se prende”, afirma esta madre que, por una fibrosis quística de su pequeña, forma parte de la familia del hospital en un área donde las enfermeras sollozan por el apoyo del personaje.

Muchos Robin y un batiencuentro

Pero, ¿dónde está Robin? “La función la cumple un montón de personas. “Es un círculo íntimo de familiares y amigos que cumplen esa función de contenerme. Tengo la bendición de contar con gente muy valiosa y desinteresada”.

Se persigna en la capilla del hospital antes de entrar “Tengo el poder de cambiar aunque sea por un instante esos momentos tristes”.

Dos veces al año organiza un “batiencuentro” solidario. En el último, en mayo, “juntamos para donar 25 televisiones LCD de 32 pulgadas”. También sirvió para reponer termómetros y otros insumos.

¿Se sacaría la máscara para ser político? “Miento si digo que no lo he pensado”. ¿Podría Batman presidir Argentina? “Por ahora éste es mi lugar y espero que mi hijo siga mis pasos”. (I)

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