U. de Guayaquil: crisis se refleja en los laboratorios
Varios estudiantes y docentes de la Universidad de Guayaquil señalaron que la escasez de equipos y el deterioro de la infraestructura son las mayores dificultades de la institución, ya que afectan en la formación profesional.
La Facultad de Ciencias Químicas, que tiene más de 70 años, es un caso. En los laboratorios de Biología e Inmunología los azulejos de los mesones están resquebrajados, un lavadero se encuentra lleno de moho y los equipos son anticuados.
Para la docente Yanín Naranjo, escasean equipos como extractores de gases que faciliten la educación y la seguridad de los estudiantes. “Los radiactivos son llevados de un lado a otro porque no hay dónde colocarlos y se han corroído. Esto afecta a las vías respiratorias y a la visión de los estudiantes”.
“Los pocos microscopios que tenemos están deteriorados. Los egresados no aprenden a manipular los diferentes instrumentos y eso repercute en su vida profesional”, agregó. Según Vicente Noblecilla Lauguier, administrador del laboratorio de Ciencias Químicas, no se han renovado los equipos desde hace cuatro décadas. “Es necesario que se implementen equipos de acuerdo a la época: estaciones de duchas, lava ojos y material de vidrio”, señaló.
Distribución de recursos
Recientemente, el vicerrector Oswaldo Pacheco dio a conocer que el presupuesto de la Facultad de Química es de más de un millón de dólares, mientras que el de Ciencias Administrativas es de 11 millones de dólares y Filosofía (la más numerosa) es de 4 millones de dólares, según datos de 2009.
Para Noblecilla, esto refleja un desbalance presupuestario. “Se hace en base al número de estudiantes, sin considerar sus necesidades. El costo de la formación de un estudiante de Ciencias Químicas equivaldría de 10 a 15 veces más que uno de otra facultad”, señaló el funcionario.
A varios metros de allí funciona la Facultad de Ingeniería Química, con 2.000 estudiantes. El decano, José Quiroz, expresó que el equipamiento de los laboratorios ha sido una debilidad permanente en la institución. “La carrera, al ser eminentemente técnica, necesita equipos de punta para hacer análisis de las sustancias y productos”, apuntó. Y se quejó de que pese a que en la formación de los estudiantes es importante tener buenos laboratorios de Física, Química y Termodinámica, no hay instrumentos modernos y que los que existen tienen más de 35 años de antigüedad.
De su lado, la estudiante de segundo año de esa facultad, Carolina Arellano, señaló que han comprado equipos pero que no los usan porque no hay alguien capacitado para manipularlos. “Es importante para nosotros realizar los experimentos para tener ideas claras. Así no podemos avanzar”.
Fallas en otras facultades
En Ciencias Médicas, cuyo presupuesto, según Pacheco, sobrepasa el 1’700.000 dólares, la situación es la misma. Un ayudante de cátedra y otros estudiantes, quienes omitieron sus nombres, lamentaron que allí todavía se use un “electrocardiógrafo de la época de los Picapiedra” y que los microscopios no sean suficientes.
En tanto, Gabriela Campoverde, egresada de Comunicación Social, contó que los dispositivos y programas que usan en esa facultad para editar videos son escasos y desactualizados. Añadió que por ello no pudo desarrollarse en el campo de la televisión porque no sabe editar videos.