La rana arlequín de Limón, que se desarrolla en los bosques del suroriente del Ecuador, es la especie que predomina en el terrario de anfibios que presentó el Instituto Nacional de la biodiversidad (Inabio).

La elaboración de este espacio de alrededor de 1.5 m2 demoró alrededor de 3 meses y a través del cristal se pueden observar 12 individuos de la especie que está en peligro de extinción, que es emblemática del cantón Limón Indanza (Morona Santiago).

Desde 2014, los científicos lograron reproducirlas en laboratorios y las crían con éxito. Una de las características de la especie es que los machos cantan desde la orilla del río para atraer a las hembras. "Luego de un abrazo nupcial la pareja se sumerge en el agua y ahí deposita cerca de 1.000 huevos", señala la información que acompaña al terrario.

Según el director de Biodiversidad del Ministerio del Ambiente (MAE), Santiago Silva, la producción -que incluye una cabina sonora para escuchar los sonidos de los anfibios, así como la alimentación especial, cuidado y capacitación al personal de Inabio- costó $ 20.000.

El terrario es itinerante y puede desplazarse a distintos espacios del país, según la necesidad del MAE. El costo de esos viajes está incluido en el contrato de elaboración.

"La idea es que la mayoría de personas puede conocer esta biodiversidad y así protegerla", comentó el ministro del Ambiente, Tarsicio Granizo.

Desde junio podrá observarse de manera gratuita en el Inabio, como parte del Museo de Ciencias Naturales, ubicado en el interior del parque La Carolina (norte de Quito) y desde agosto estará en el Palacio de Gobierno; posteriormente, se ubicará en el aeropuerto Mariscal Sucre de la capital.

Diego Beltrán, director ejecutivo del Inabio, manifestó que el 9% de la biodiversidad de ranas del mundo se encuentra en Ecuador con algo más de 600 especies. (I)