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Muchas fundaciones recogen a los animales de la calle, pero no tienen dinero para alimentarlos
"Tenemos casos de que adoptan un perro y a los 2 meses lo devuelven"
Si bien un alto porcentaje (85%) de gatos y perros se da en adopción y encuentra un hogar, este indicador debe compararse con la cantidad de mascotas abandonadas y la tasa de crecimiento de estos animales en una ciudad.
Los datos de la organización Urbanimal indican que en el Distrito Metropolitano de Quito (DMQ) viven 500.000 animales catalogados como fauna urbana. De ellos, 100.000 corresponden a gatos y perros en total abandono.
En términos de porcentaje, el 20% vive con una familia, el otro 20% no tiene ningún tipo de dueño y el 60% restante se registra con permiso para vagar. Es decir, canes y felinos que -sus dueños- dejan salir, sin ningún tipo de control. “Los perros que a pesar de tener una casa vagan, también representan un peligro de sanidad”, informó Fernando Arroyo, técnico de Urbanimal.
Según la experiencia del técnico, los cachorros tienen mayor opción para ser adoptados, al igual que los canes machos y los que no crecen mucho. Los relegados son las hembras, los perros o gatos con pelaje negro y los que tienen más de 8 años.
¿Qué porcentaje de las adopciones es exitoso? Urbanimal indicó que no tiene una cifra exacta, pero sí se evidencian casos de personas que aceptan una mascota en una feria pública, luego las abandonan porque el perro o gato creció mucho o, simplemente, no ‘llenó las expectativas’.
El pasado fin de semana, Edison Lozada, con su esposa Claudia y su hija llegaron hasta el albergue temporal de Urbanimal en el sector de Calderón, en el norte de Quito. Ellos tenían un objetivo: adoptar dos perritos, que no necesariamente sean cachorros, sino juveniles.
Al recorrer los cubiles caninos. Blaky, un perro mestizo negro, ladraba con fuerza y no paraba de mover la cola. ¿Cuántos años tiene?, preguntó Lozada, a lo que le respondieron: “calculamos que un año y un poco más”.
Blaky salió de su cubil y se abalanzó a la familia. “Esa es una buena señal”, dijo Arroyo. La esposa de Lozada también se encantó con una perrita que había llegado al albergue unas dos semanas. Le pusieron el nombre de Princesa y aún es cachorra. Los dos canes portaban un collar con el logo de la organización que los rescató. Después de que la familia se decidió, inició el trámite para llevarse a casa a los nuevos integrantes del hogar.
Lozada llenó un formulario y recibió una breve charla sobre las responsabilidades que implica tener una mascota. Mientras él firmaba los documentos, su hija y esposa jugaban con los canes. “Todo listo, hoy se van a casa chicos”, dijo Arroyo a los canes. Mientras se concreta una adopción canina, las llamadas de la ciudadanía para preguntar si pueden dejar en ese centro a una mascota no paran. Incluso, durante el tiempo que la familia Lozada permaneció en el centro, llegaron 3 personas con perros. Ellos argumentaron que encontraron los canes en la calle, pero que no los pueden tener en sus casas.
Pamela Ubillús, quien trabaja como voluntaria en el centro, les informó que por cuestiones de capacidad no pueden recibirlos, pero les dio una alternativa: tomar fotografías de los perros y enviarlas a la organización para que las publiquen en sus redes sociales y así concretar una adopción.
Urbanimal recibe a diario animales domésticos rescatados por el Centro de Operaciones de Emergencia (COE) en casos de atropellamiento y de la Agencia Metropolitana de Control, la cual retira canes en condiciones de maltrato.
¿Por qué una adopción fracasa?
Carlos Bermeo, veterinario de la organización animal ‘Mi mejor amigo’, sostuvo que son muchas las causas que producen el desencanto de un perro o gato que se optó por acoger. Las más frecuentes -según Bermeo- son la ignorancia y la falta de compromiso. La primera ocurre con mayor frecuencia en los cachorros mestizos, pues quienes adoptan se dejan llevar por la ternura que producen y desconocen cuánto crecerá o si su pelaje cambiará de color o textura.
En cuanto a la segunda, las personas, antes de adoptar no reflexionan sobre el tiempo que deberán destinar para el animal que escogieron como compañía. Tampoco consultan con los otros miembros de su familia. “Tenemos casos de personas que adoptan un perro y luego de dos meses quieren devolverlo como si fuese un objeto. La razón que argumentan: es que a mi novia no le gustan los perros”.
Carla Portero, compañera de Bermeo, agregó que los únicos responsables son los dueños, que sin tener el mínimo conocimiento sobre las características, el comportamiento, los antecedentes, la fisiología o la opción de adiestramiento, deciden un día deshacerse del “problema”. Arroyo subrayó que para evitar adopciones fallidas de canes o gatos se debe crear una conciencia animalista en la ciudadanía. (I)
Datos
Antes de adoptar una mascota pregúntese ¿dispongo del tiempo que necesita?, ¿tiene un lugar en mi forma de vida?, ¿tengo paciencia para convivir con él?
¿Por qué adoptar? Cuando una persona se hace cargo de un animal doméstico salva dos vidas: la que tiene nueva casa y familia y la que tiene la posibilidad de tener un espacio en el albergue.
Los animales rescatados son muy agradecidos. En un inicio, el perro o gato necesitará un tiempo para adaptarse. Sin embargo, con cariño y los cuidados necesarios tendrán al mejor compañero.
Acoger a un animal adulto. Al estar completamente desarrollados se pueden adaptar más rápido a su nuevo hogar. Además se tiene claro el tamaño del animal y su carácter. De esa forma no habrá sorpresas sobre su comportamiento.