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El teletrabajo, una salida a la polución de ciudades
El trabajo desde casa mediante el uso de computadoras y conexión a internet puede ser una solución a las ingentes cantidades de contaminación de algunas de las grandes urbes de América Latina, declaró el especialista en contaminación Víctor Hugo Páramo.
“El teletrabajo y restringir el número de vehículos son medidas que ayudarían a disminuir las emisiones de precursores de ozono”, aseveró el coordinador general de contaminación y salud ambiental del Instituto Nacional de Ecología y Cambio Climático (INECC).
Algunas megalópolis latinoamericanas como Sao Paulo, en Brasil, y la Ciudad de México sufren la llamada temporada de ozono; esto es la época de año con mayores concentraciones de este gas en la atmósfera y que tiene consecuencias tanto para la salud humana como para la ambiental, afectando a animales y vegetación.
“El ozono es un contaminante secundario, no está emitido por las fuentes principales, sino que se forma a partir de precursores, otras sustancias que sí son emitidas por los automotores, por las industrias, los hogares”, explicó el doctor en Química Industrial.
Por ello, llamó a “evolucionar” en la disminución de estos precursores -óxido de nitrógeno o compuestos orgánicos volátiles, entre otros- proponiendo políticas como el trabajo desde casa o en su defecto los horarios escalonados para que los trabajadores no se agolpen en las carreteras a la misma hora.
Otra propuesta sería “hacer que los trámites gubernamentales a los que se desplazan las personas puedan hacerse telemáticamente”.
La temporada de ozono suele darse en la Zona Metropolitana del Valle de México (ZMVM) entre los meses de febrero y junio, la llamada temporada seca caliente, meses en los que se da la mayor concentración de ozono.
En esta época “hay poca nubosidad y pocos vientos”, condiciones óptimas para que se forme el ozono.
La salud de las personas se ve asaltada “cuando las concentraciones son mayores a las normas de calidad del aire”. Provoca dolores de cabeza, irritación inmediata de los ojos o inclusive del tracto respiratorio.
“Si las concentraciones suben puede darle a uno dolor de pecho, sentir molestias para respirar, tos, etcétera”.
En personas de edad avanzada las repercusiones de estas altas concentraciones de ozono pueden agravarse. (I)