Supuesta importación
Por Pablo Cevallos Estarellas
En las últimas semanas se difundió la noticia de que el Ministerio de Educación “importa” docentes españoles. A propósito de esto se acusó al Gobierno Nacional de discriminar a los ecuatorianos, de vulnerar la soberanía y hasta de propiciar una “neocolonización” española. Sin embargo, la noticia que produjo estas reacciones es absolutamente falsa. No es verdad que se planeé “importar” maestros de España o de cualquier otro país.
Como suele ocurrir en otros escándalos mediáticos, la verdad aquí es menos espectacular y más compleja de explicar, por lo tanto comunicativamente menos interesante: cumpliendo un mandato constitucional, el MinEduc debe crear la Universidad Nacional de Educación (UNAE), un centro de estudios superiores que se especializará en formar docentes y otros profesionales educativos. Dado que la universidad empezará a funcionar en 2014, el MinEduc inició este mes el proceso de selección de personal convocando a candidatos de cualquier nacionalidad que cumplan los exigentes estándares profesionales.
¿Por qué la convocatoria es tan amplia y la selección tan rigurosa? Porque la UNAE debe convertirse en centro de formación profesional de alto nivel para que sea posible la mejora sustancial del sistema de educación pública que se requiere para construir la sociedad del Buen Vivir. Si queremos alcanzar esta meta necesitamos una escuela pública que garantice que todas las personas, sin importar su condición, egresen del bachillerato como ciudadanos críticos de una democracia participativa e intercultural, y como seres humanos formados integralmente, aptos para continuar educándose y convertirse en profesionales calificados que posibiliten el cambio de la matriz productiva. La escuela pública debe tener infraestructura adecuada y contar con recursos pedagógicos pertinentes, pero todo es insuficiente si no cuenta con talento humano excelente, porque la calidad de un sistema educativo nunca puede ser mejor que la calidad de los profesionales que lo integran.
Por eso, el MinEduc planteó una estrategia que apunta a la renovación del talento humano de la educación pública. La UNAE es un factor esencial en esta estrategia porque mejorará la formación inicial de los educadores ecuatorianos, y la formación continua de los que son parte del magisterio y de los que ingresen en los próximos años. Evidentemente, para que esto ocurra la UNAE tendrá que contratar formadores de educadores con experiencia y alto nivel académico.
El MinEduc desea que el mayor número posible de estos profesionales sean ecuatorianos, pero es necesario permitir que profesores universitarios extranjeros que cumplan los requisitos y se comprometan con los objetivos nacionales puedan sumarse al proyecto. Objetar esta apertura invocando el patriotismo es actuar de manera poco patriótica, pues se evitaría que el país consiga en el futuro un sistema de educación pública que garantice igualdad de oportunidades y permita hacer realidad la sociedad del Buen Vivir.
