La justicia de Sudáfrica legaliza el consumo privado de cannabis
La Corte Constitucional de Sudáfrica decidió el martes 18 de septiembre despenalizar el consumo privado de cannabis, en una histórica sentencia adoptada de forma unánime.
La ley que prohíbe el consumo de marihuana a domicilio por parte de adultos es "inconstitucional y por consiguiente nula", declaró el juez Raymond Zondo al leer el dictamen de la mayor instancia judicial del país, con sede en Johannesburgo.
"Ya no será delito para un adulto consumir o poseer cannabis, a título privado para su consumo personal a domicilio", agregó.
La Corte ordenó al Parlamento redactar en un plazo de dos años una nueva ley conforme a su decisión.
Este último tomó nota de la sentencia y "estudiará cómo hacerla efectiva".
La sentencia fue recibida con aplausos por parte de los numerosos partidarios de la legalización, presentes en el tribunal, mientras que en el exterior varios aprovechaban la decisión fumando sin temor a ser reprendidos.
En 2017, un tribunal provincial de El Cabo Occidental había dictaminado anticonstitucional la prohibición de que los adultos consuman cannabis en sus domicilios. Esta decisión descriminalizó el consumo de esta droga en la provincia.
Pero los ministerios de Justicia, de Policía, de Salud y de Comercio recurrieron a la Corte Constitucional, estimando que "había una prueba objetiva de los efectos negativos del cannabis".
"Gran victoria"
Frente al gobierno los consumidores de marihuana defendieron su consumo, argumentando que la prohibición del cannabis "se inmiscuye de manera injustificable en la esfera privada" y contraviene así a todos los derechos constitucionales.
La justicia les dio razón el martes 18 de septiembre. Su decisión no descriminaliza el uso de la marihuana en público, ni su comercialización.
"La yerba es legal ahora", se podía leer en carteles que tenían los manifestantes locos de alegría ante el tribunal.
"Estoy contento. Ya no me acusarán más por posesión" de marihuana, celebró Ruaan Wilson, de 29 años, fumando un porro.
"Ahora la policía puede concentrarse en las verdaderas drogas y en los criminales", estimó.
"Fumo desde 1968 y esta decisión seca mis lágrimas así como las de todos los rastas", reaccionó Girma Anbessa, sudafricano de 60 años.
La posesión, el cultivo y el consumo de marihuana -incluso en pequeñas cantidades- estaban hasta ahora prohibidos.
"Esta decisión tendría que haberse tomado hace mucho", reaccionó Moses Mayekiso, presidente del partido del Cambio Democrático africano. La marihuana tiene "el poder de ayudar a la población, económicamente y en el plano médico", agregó.
Contra el dolor
La Corte Constitucional tendría que haber ido más lejos, estimó no obstante Jeremy Acton, del partido Dagga que defiende los derechos de los consumidores de cannabis. "No es suficiente. Debería autorizarse la posesión en público", declaró.
Pocas son las voces que se erigieron en contra de la decisión. Para el pequeño Partido Democrático Cristiano Africano, esta "va en contra de los esfuerzos del gobierno y de la sociedad sudafricana para abordar los problemas de adicción a las drogas y de criminalidad".
La decisión de justicia sigue las recomendaciones de la ONU que en 2016 pidió a los Estados que volvieran a examinar sus políticas y sus prácticas en materia de cannabis, luego de décadas de represión.
Para Phephsile Maseko, de la organización sudafricana de medicinas tradicionales, la decisión es "una gran victoria no solo para las prácticas de salud sino también para nuestros pacientes".
"Usamos el cannabis para la ansiedad, los cólicos de los niños. Lo usamos también como antiséptico, esto en secreto desde hace años. Ahora vamos a poder desarrollar la planta y crear nuevos medicamentos sin miedo a ser estigmatizados", estimó Maseko.
La comunidad científica está, no obstante, dividida sobre las ventajas médicas del cannabis.
En 2017, la Academia estadounidense de ciencias propuso una síntesis de los más de 10.000 trabajos publicados sobre los efectos de la planta, considerándola eficaz para reducir el dolor en algunos casos aunque subsisten dudas sobre su impacto. (I)