Más de 70 mil espectadores se reunieron en Río
Sobredosis de samba en Brasil destierra el temor del zika
Las luces del fumigado sambódromo de Río de Janeiro se encendieron ayer para el último día de desfiles con sobredosis de samba, erotismo y fantasía que en este carnaval ha noqueado el temor al zika.
Seis de las mejores escuelas de samba de Río recorrieron los 700 metros del sambódromo para competir con otras tantas que desfilaron la víspera por el título de campeona del carnaval.
Los 70 mil espectadores y los 5 millones de fiesteros, que hace dos semanas siguen una estricta dieta de samba, cerveza y seducción en carnavales callejeros de Río y de todo el país se han quedado encogidos de hombros ante el zika.
“Uso repelente, pero la verdad es que al pueblo brasileño el zika le importa un rábano. Es carnaval, tenemos la sangre caliente. Después de la quinta cerveza, nadie se acuerda del zika”, dijo Marilene Borba, de 67 años, instalada en las gradas del sambódromo para el primer día de desfiles.
La sospecha de que el virus contagiado por el mosquito Aedes aegypti pueda ser transmitido a través del semen, la saliva o la orina no ha dañado la mayor fiesta al aire libre del planeta, aunque sí se han disparado las ventas de repelentes y las embarazadas tienen de qué preocuparse. (I)