Silvana Hidalgo: “Los primeros avistamientos del flujo de lava del Sangay son de junio de 2019”
En junio y septiembre de este año, la actividad del volcán Sangay, ubicado en la provincia de Morona Santiago, sorprendió a los ecuatorianos y más aún la última, ya que la ceniza llegó hasta provincias de la Costa.
Para conocer más sobre este tema y sobre el premio de IAVCEI 2020, otorgado al Instituto Geofísico por la vigilancia volcánica y el manejo de crisis, este Diario entrevistó a Silvana Hidalgo, directora de este Instituto de la Escuela Politécnica Nacional.
¿Cómo está la actividad del volcán Sangay ahora?
Es un poco complicado, el volcán está en un nivel que consideramos como alto, pero esto desde mayo de 2019. Entonces los episodios que hemos tenido, como el del 8 de junio y el del 20 de septiembre de 2020, son actividades, si pensamos de manera cualitativa, de nivel ya muy alto.
Ahora se mantiene con emisiones de gas, ceniza y un flujo de lava que está bajando por el flanco sur oriental que se lo puede ver en las noches.
El volcán está en un nivel que se considera alto, pero la afectación o el impacto, como el volcán es bastante remoto, es limitada a las zonas cercanas. Cuando estamos en un nivel mucho más alto, la caída de ceniza puede tener una dispersión mucho más amplia como lo que pasó en junio y en septiembre.
Por otro lado, este flujo de lava que está bajando sigue produciendo material y cuando este colapsa o cuando ya hay una acumulación importante, pasa al río Volcán y típicamente va al río Upano, y a veces se pueden producir represamientos parciales. Si hay mucha lluvia pueden haber crecidas del río Upano que van a afectar aguas abajo.
¿Ese flujo de lava no afecta a poblaciones o animales?
No, el flujo de lava se queda en la parte alta, está confinado al edificio volcánico, pero cuando se cae parte de este por la pendiente en la que está emplazado, va al río Volcán, al Upano, entonces sí se genera la afectación aguas abajo.
En cuanto a la fauna entiendo que en esa zona no debe haber mucha cerca del flujo (…) no creo que al momento haya alguna forma de vida.
¿Está activo desde mayo de 2019?
Este periodo empezó desde mayo de 2019, pero el volcán es muy activo, lo ha estado en el 2018, 2017, 2016, 2015; del 2002 al 2013, y hemos tenido también actividad anterior, pero de nivel moderado o incluso bajo con actividad solo en la cumbre, muy restringida a la parte alta del volcán.
¿Desde cuándo está bajando el flujo de lava?
Los primeros avistamientos del flujo fueron en junio de 2019, entonces a veces la tasa de emisión es más alta o más baja, pero el flujo está presente desde el año pasado.
¿Cuántos volcanes más están activos en Ecuador?
Al momento tenemos en erupción el Sangay y el Reventador.
¿El comportamiento del Reventador cuál es?
Está en un nivel de actividad considerada como alta; tenemos entre 30 y 40 explosiones diarias que son de tamaño pequeño; el material queda restringido a la zona del volcán, y se forman a veces flujos piroclásticos que también quedan restringidos. A veces tenemos pequeños flujos de lava en la parte alta.
¿Desde cuándo está activo?
Desde el 2002.
¿Y el Sierra Negra?
No tiene actividad al momento, el último periodo de actividad fue el año pasado (2019).
¿Con cuántos equipos de monitoreo cuentan para los volcanes y los movimientos sísmicos?
Tenemos varios tipos de instrumentos, de manera general estamos hablando de alrededor de 500 instrumentos instalados a nivel nacional.
Dentro de estos contamos con estaciones sísmicas, estaciones GPS, acelerómetros, inclinómetros, estaciones de medición de gas, cámaras de video, cámaras térmicas, detectores de lahares; tenemos diferentes tipos de instrumentos instalados en diferentes zonas en función de los fenómenos que queremos medir.
¿Las estaciones sísmicas cuántas son?
Estamos hablando de más o menos 120 estaciones sísmicas en el país.
¿Cuántos movimientos sísmicos se registran en Ecuador?
En el país se registran varias decenas de sismos al día, por supuesto la mayoría no son sentidos por la población porque son de magnitudes pequeñas y tenemos un grupo de sismos un poco más grandes que también se pueden registrar. Nosotros tenemos las redes de estaciones sísmicas que permiten registrar todos los eventos, desde los más pequeños hasta los más grandes.
Lo que nosotros hacemos es reportar todos los sismos que tienen una magnitud mayor a 3.5, es un reporte automático, entonces nuestro sistema está calibrado de tal manera que todas las magnitudes mayores a 3.5 van a ser reportadas en redes sociales y, por supuesto, a las autoridades. Esto se hace a través de un canal de Telegram al que cualquier persona se puede afiliar, es un canal abierto, y a través del Facebook y de Twitter.
Estos sismos a veces requieren una corrección y a veces no, depende de la solución automática respecto a la solución manual y hay sismos de magnitudes menores a 3.5 que no son sentidos por la población.
En el caso de Quito tenemos varias veces sismos que son de 1.8, 2.1, 2.5 y que sí son sentidos por la población porque están a muy poca profundidad y en ese caso nosotros generamos reportes especiales, en función de los sismos que se hayan sentido.
¿Las fallas geológicas que tenemos en Ecuador inciden mucho para estos sismos?
Nosotros tenemos dos zonas en las que vamos a generar sismicidad: una es la de subducción, es decir el límite entre las dos placas, la de Nazca y la Sudamericana, ahí es donde se generan los sismos de gran magnitud, como los de la Costa. Por ejemplo, el sismo del 16 de abril de 2016, es un sismo típico de subducción que tiene magnitudes altas y que por supuesto tiene las implicaciones que tuvo el sismo de ese año.
Y por otro lado tenemos los sismos cristales, estos van a estar más delimitados en la zona de la Sierra donde también tenemos fallas tectónicas, que responden a esfuerzos cristales y que típicamente son de menor magnitud, pero en cambio son más superficiales.
También pueden tener un impacto importante sobre las poblaciones, por ejemplo, el sismo de Ambato, de Ibarra, el de Riobamba, son sismos cristales que responden a los esfuerzos que se dan en la corteza, mientras que los sismos de subducción responden a los esfuerzos que se dan en el contacto entre placas.
Y por otro lado tenemos sismicidad frecuente justamente porque estamos en este contexto dinámico de la subducción que hace que tengamos estos movimientos sísmicos.
¿Qué significa para el Instituto geofísico el premio IAVCEI 2020?
Este premio se genera en la Asociación Internacional de Vulcanología y Química del Interior de la Tierra, que agrupa justamente a todos los vulcanólogos y científicos que trabajan en estos ámbitos de vulcanología y química del planeta.
Es un premio que se generó hace dos años, es relativamente nuevo. El primer instituto o el primer observatorio que ganó este premio fue el Servicio Geológico de Indonesia, en el 2018 y este año lo ganamos nosotros como Instituto Geofísico de la Escuela Politécnica Nacional.
Es un premio destinado a los observatorios volcánicos y justamente lo que busca es reconocer el trabajo que estos hacen a nivel de lo que es la prevención de los riesgos asociados a los fenómenos volcánicos; la vigilancia de los fenómenos volcánicos y el manejo de la crisis volcánica.
Este premio es entregado por esta asociación que es netamente científica, no es una organización política; existe un mecanismo de postulación que la hacen científicos independientes que postulan a los candidatos y estos deben tener un soporte de varios científicos. Una vez que se generan las candidaturas hay un comité científico que va a ser las veces de jurado y que va a decidir cuál es el candidato que gana el premio.
Es un reconocimiento a la evaluación del peligro volcánico, el largo plazo, manejo de crisis y la vigilancia del fenómeno mismo.
¿Quién los postuló?
A nosotros nos postuló el Instituto Francés para el Desarrollo (IRD).
¿Cuál es el proceso para la entrega del premio?
Este premio normalmente se entrega en un Congreso Internacional de Vulcanología que es el Congreso Cities on Volcanoes (ciudades en volcanes), pero obviamente por la pandemia no se realizó en junio de este año, quedó postergado para junio de 2021. Sin embargo, la IAVCEI hará la entrega de manera virtual en este mes (octubre).
¿Este premio viene acompañado de un reconocimiento económico para desarrollar proyectos de investigación?
No, es realmente un reconocimiento honorario, no hay un premio económico asociado.
¿Proyectos en que está trabajando el Instituto Geofísico?
El Instituto trabaja en muchísimos proyectos con diferentes socios, en varios aspectos, por ejemplo, estamos trabajando con el IRD, en la evaluación de los peligros volcánicos, generando mapas de peligros, estudiando los volcanes, intentando entender la edad de ellos, cuál es la composición de los magmas, cuál es la química, cuáles son los fenómenos que se pueden dar en cada volcán, cuáles son los periodos de recurrencia.
Por otro lado, trabajamos de manera permanente con un organismo de asistencia para desastres volcánicos de Estados Unidos, que trabaja con el Servicio Geológico de ese país, colaboramos en generar mejoramiento de la instrumentación, hemos tenido entrenamientos en diferentes aspectos y metodologías que se puede aplicar especialmente en la parte volcánica.
También trabajamos con JICA (Agencia Japonesa de Cooperación Internacional) en la instrumentación y en la formación de profesionales, así como con el IRD.
Hace pocos meses firmamos un convenio con las universidades de Reino Unidos y trabajamos en un proyecto que se llama “Ciudades del mañana”, que busca analizar varios factores de riesgo que pueden darse en diferentes localidades. Este proyecto está en Estambul, Turquía, y también en Quito.
Este es un proyecto que abarca varios aspectos, ya no son solo los fenómenos sísmicos y volcánicos sino que abarca, por ejemplo, los deslizamientos de tierra, inundaciones, y otros aspectos que pueden afectar a las ciudades en general.
Tenemos colaboraciones con muchas instituciones nacionales e internacionales, ya sea para el intercambio de datos de información, aspectos técnicos y, por supuesto, damos información y colaboramos directamente con el Servicio Nacional de Gestión de Riesgo y Emergencias (SNGRE) en todo lo que es la información con respecto a los fenómenos sísmicos y volcánicos en el país.
Es importante destacar que tenemos 37 años de funcionamiento y de estos, 21 años hemos tenido erupciones volcánicas que hemos manejado, hecho la vigilancia y el manejo de crisis, y es justamente en reconocimiento a esta labor continua y profesional que el IAVCEI nos ha dado este reconocimiento internacional que para nosotros es un orgullo y un estímulo para continuar trabajando al más alto nivel.
¿Con cuánto personal cuentan?
Somos 80 personas. (I)