Silva: Profesionales Prometeo no son de otro planeta

Cuando Eduardo Ludeña tenía 16 años tuvo la oportunidad de asistir a un congreso científico. Fue llevado por su maestro de física de la secundaria de Rochester, en EE.UU. “Estaba de intercambio y puedo decir que ese primer acercamiento con científicos cambió mis inclinaciones por la Literatura o Filosofía”, relata el profesional quiteño quien es Ph.D en Física y se especializa en mecánica cuántica.

Experiencias como esta y otros conocimientos que adquirió en su vida académica, fueron compartidos por Ludeña durante el conversatorio ‘Café con la Ciencia’. En este encuentro, al que asistieron más de 100 estudiantes de la Universidad de Guayaquil y la Escuela Politécnica del Litoral (ESPOL), Ludeña  contó cómo el ser científico le ha permitido contribuir con la sociedad.     

‘Café con la Ciencia’ es una iniciativa de  las Zonales 5 y 8 de la Secretaría de Educación Superior, Ciencia, Tecnología e Innovación (Senescyt) realizada con la intención de vincular a los científicos con la comunidad.    
“La idea de este Café realizado en Guayaquil es que se pueda socializar la labor de los Prometeos, quienes hasta ahora se habían vendido como extraterrestres. Hay que aterrizar el tema y decir que estos profesionales no son de otro planeta sino de carne y hueso”, explica Ricardo Silva, Ph.D en Biociencias Integradas y uno de los organizadores del encuentro.

Tanto Ludeña como Silva forman parte de los más de 350 profesionales del proyecto Prometeo, creado por la Senescyt en 2011. Mientras que en las Zonales 5 y 8 de Senescyt se contabilizan alrededor de 70 que prestan conocimientos en entidades públicas, universidades e institutos públicos de investigación.

El Proyecto Prometeo busca que estudiosos de alto nivel asesoren a las instituciones en distintas áreas  como las Ciencias de la Producción e Innovación, Ciencias de la Vida, Recursos Naturales, y Arte y Cultura.

Para Esteban Gómez, uno de los asistentes al ‘Café con la Ciencia’, que un científico cuente sus anécdotas motiva a  estudiantes como él a conocer sobre las ciencias básicas.  En su opinión, deberían existir charlas  en las instituciones de educación inicial para que “niños más pequeños vean el ejemplo de los científicos y deseen ser como ellos”.

Inculcar en niños y adolescentes el estudio de las ramas científicas es una tarea que depende de implementar laboratorios en las escuelas, de acuerdo con Ludeña. “Porque la ciencia se hace con la práctica. El conversatorio es un paso, pero hay que difundirlo para que llegue a más gente”, dice el Prometeo  vinculado al Instituto de Estudios del Petróleo  de Petroecuador y la Espol.

Según Silva, la pasada conferencia fue  una de las muchas que vendrán. Para la tercera semana de diciembre la Senescyt tiene programado realizar otra más en Guayaquil.

La Coordinación Zonal 5 y 8 ya había organizado antes dos encuentros, pero a nivel de Prometeos, docentes e investigadores, con la finalidad de que los científicos se conocieran entre ellos y compartieran sus líneas de investigación. “Faltaban actividades como este café para compartir lo que saben estos profesionales. Creemos que es un espacio informal en el que pueden conversar con los estudiantes de una manera mucho más humana y social”, agrega Silva.

Durante el encuentro, la coordinadora Zonal 5 y 8, María José De Luca, destacó a los estudiantes la importancia de investigar. "Para dar el cambio a la matriz productiva y construir la sociedad del conocimiento, es necesario promover la producción del conocimiento y proyectos de investigación. Y esa responsabilidad recae en gran parte en los jóvenes estudiantes", indicó De Luca.