Un currículo compacto con énfasis en la parte emocional es lo que recibirán los alumnos del régimen Sierra y Amazonía, de todos los niveles educativos, para concluir el año lectivo de forma virtual el próximo 30 de junio.

La prioridad del Ministerio de Educación es que se valoren los trabajos efectuados por los estudiantes en casa, a través de los portafolios que deben nutrirlos con las tareas físicas que semanalmente realizan y que envían los docentes.

Esta disposición inquieta a los padres de familia y a los estudiantes, porque consideran que no tendrán los conocimientos mínimos que requieren para enfrentar el próximo año lectivo.

Es el caso de Emilia Tobar, alumna del 9º año del colegio 24 de Mayo, quien no tiene contacto directo ni frecuente con sus docentes para explicaciones más detalladas de las tareas que envían y de las nuevas unidades que deben desarrollar.

“Trato de investigar todos los links que envían, pero a veces no son muy claros y me dejan más confundida”, dice.

En el colegio particular Técnico Don Bosco la situación es parecida. Semanalmente los chicos reciben sus deberes con explicaciones en sus correos y las fechas de entrega de los mismos, mas son pocas las asignaturas en las que tienen un contacto en línea con el docente.

Esa situación preocupa a Martha Benalcázar, quien tiene un hijo en dicha institución. “Creo que no hay muchas cosas nuevas que aprenden y eso me preocupa porque deben tener aprendizajes mínimos para enfrentar el próximo año lectivo”, apunta.

La maestra Andrea Jácome  tiene definidos los contenidos básicos que enseñará a sus alumnos de 9º año. Enfatizará en la solidaridad y el cuidado personal.

Una situación diferente se vive en algunos colegios particulares de la capital como el ISM Academy Quito, donde reciben clases online a diario y sus docentes ya anticiparon que en julio habrá un campamento vacacional gratuito, donde se podrá nivelar conocimientos que no estén totalmente claros.

“Nuestra prioridad es el desarrollo de habilidades y destrezas para que los chicos enfrenten el día a día”, contó la coordinadora académica Sandra Acosta.

La sicóloga educativa Elizabeth Montenegro afirma que en los más de 60 días que restan para la finalización del año escolar, los alumnos adquirirán nuevos conocimientos, pero no en la cantidad planificada, sino sobre todo en desarrollo de habilidades emocionales y sociales.

Montenegro considera que es el momento de pensar en una educación diferente, porque se evidencia que existen contenidos poco necesarios.

“Nos hemos centrado en llenar de contenidos a los estudiantes, pero sin enseñarles a vivir de forma práctica esos contenidos y ese quizás es el reto mayor”, indica.

Afirma que hoy es necesario centrar la enseñanza en aspectos que fortalezcan la personalidad de los estudiantes, porque los contenidos se pueden adquirir en el tiempo.

“Gracias a la flexibilidad de pensamiento de los niños y adolescentes para captar las cosas y su curiosidad, les será fácil aprender”. (I)

La radio es vital en el sector rural
Según la Agencia de Regulación y Control de las Telecomunicaciones (Arcotel), el 87% de los hogares en el país tienen acceso a medios de comunicación tradicional (TV y Radio). Precisamente, esos son los canales que utiliza el Ministerio de Educación para impartir el plan educativo covid-19 entre los alumnos y docentes que no cuentan con conectividad a internet en sus domicilios. El MinEduc no tiene cifras exactas de cuántos son los estudiantes que no acceden a la educación virtual en el régimen Sierra y Amazonía, pero según la titular de esta cartera de Estado, Monserrat Creamer, ese número sería cerca de 79.000 a nivel nacional. Para ellos están destinados los programas diarios de Educa que se trasmiten en las distintas radios a nivel nacional y en diferentes horarios. Además, por la tarde hay la franja educativa en la televisión abierta. La docente Nelly Estrada, de una institución educativa del sector rural, contó que para ella es difícil acceder en línea a los contenidos del plan educativo, pero que gracias a sus compañeros recibe por  WhatsApp las fichas pedagógicas. Reconoce que es poco el contacto que tiene con sus alumnos, quienes solo saben que deben seguir con los contenidos del libro y guiados por las sugerencias que se dan a través de la radio. “Estos alumnos son los que más complicaciones tendrán porque la enseñanza aquí siempre ha sido presencial”, dijo la educadora. (I)