Entrevista / luiza carvalho / directora onu mujeres para américa latina y el caribe
“Si la mujer violentada regresa a la casa es un camino al femicidio”
La directora de ONU Mujeres para la Región, la brasileña Luiza Carvalho, reconoce que hay avances en América Latina para combatir la violencia de género, pero está inquieta porque el 50% de los países con mayores índices de femicidios están en América Latina y el Caribe; y sobre todo por el aumento del embarazo en adolescentes.
¿Por qué considera que esta tasa no desciende en la región?
Simplemente porque no hay política de prevención de embarazo y no hay medidas claras de reproducción sexual dentro de las escuelas, tampoco existe la preparación en las familias. Se deben tomar medidas claras que involucren la responsabilidad de los muchachos y el acceso a métodos anticonceptivos. Tardar la iniciación sexual de los muchachos sería lo mejor, pero el bombardeo de los medios los expone a un inició más precoz en la vida sexual. Mientras los Estados no tomen conciencia de que es su responsabilidad va a seguir pasando y lo peor es que la chica no se está embarazando de un muchacho, sino de una persona 15 años mayor que ella.
¿El hogar se ha convertido en el sitio más inseguro para la mujer?
Para la mujer, su casa y la comunidad en la que vive no representan espacios de seguridad sino todo lo contrario, porque se está reportando que ahí sufre más en cuestión de violencia sexual y física. Esto nos hace reflexionar, porque el lugar que debería ser el más seguro es donde más violencia se recibe.
¿Las legislaciones de la región ayudan a prevenir la violencia?
De manera general crecimos mucho en la oferta de marcos regulatorios. Los abogados dicen que hace 20 años era muy difícil defender a una mujer que sufriera violencia, ya que no había leyes ni instancias ni servicios especializados y mucho menos protocolos de atención. Hoy la situación es completamente diferente. Los países de América del Sur en particular establecieron los marcos regulatorios, pero aún se puede mejorar más.
¿La política es el espacio donde hay más equidad de género?
Tenemos las listas alternas, que fue un gran avance, pero hay también aquellas de 50% hombres primero y el 50% de mujeres después y eso aún es discriminatorio. En Bolivia hay una paridad tanto en el Senado como en el Congreso, pero hay aún mucho que trabajar sobre todo en la región a nivel de distritos y municipios donde la participación no llega al 15%. A nivel privado además debe pelearse porque al momento la mujer está muy mal representada en cargos directivos.
¿El sistema de casas de acogida es la mejor alternativa para evitar más femicidios?
Es un sistema muy válido y que varios países ya lo ofertan como una política de protección a la víctima cuando toma la decisión de exponer su caso. Ahí ella tiene que ser acogida para estar bajo la protección del Estado, porque si la mujer violentada regresa a la casa es un camino al femicidio. Pero el centro a más de recibir a la mujer debe ofrecerle servicios que la empoderen desde la parte sicológica hasta alternativas económicas. Hay ejemplos muy valiosos en la región como la Ciudad de mujer, en El Salvador, donde las mujeres luego de pasar por una atención adecuada salen con una profesión y se insertan en el mercado laboral. Algo similar ocurre en Brasil con la Casa de la Mujer y también en Guatemala.
Esto demuestra que integrando servicios a nivel de gobierno se puede lidiar con la violencia y brindar a las mujeres nuevas oportunidades para poder cambiar su vida.