Una idea recorre dos países de América Latina: la despenalización de la marihuana. José Mujica -el presidente que se moviliza en su automóvil antiguo y tiene una huerta en su casa- propuso que si el 60% de los uruguayos acepta la despenalización se aprobará esta medida.

En las próximas semanas, el médico y senador socialista Fulvio Rossi presentará un proyecto de ley sobre la marihuana, apelando, entre otras razones de salud pública, a su experiencia con esta droga: “Una o dos veces al mes, más o menos, fumo. Y nunca he sentido desesperación, ansiedad. Nunca ha interferido en mi rendimiento profesional o intelectual”, confesó.

Su propuesta comprende “relajar ciertas prohibiciones para los adultos y aplicar las mismas restricciones que al tabaco y el alcohol, de forma que se impida su consumo a los menores de 18 años”. En el proyecto no se presentará la opción de legalizar el consumo de la pasta base o la cocaína porque el senador considera que tienen consecuencias devastadoras.

Pero reconoce que eso sí se enfrentará al “morbo político” de que la marihuana no puede legalizarse: “Debemos derrumbar el mito de que la persona que la consume (la droga) es un fracasado, un delincuente”.

Rossi agrega que la legalización de la marihuana debería convertirse en una iniciativa regional, ya que los gobiernos en la lucha contra la droga han perdido muchos recursos y, además, vidas.

En Chile no es prohibido consumir marihuana, pero el cultivo sí es ilegal. Si un ciudadano porta la droga para su utilización personal puede ser sancionado con multas menores, trabajo comunitario, incluso programas de rehabilitación.

El consumo de alcohol entre la población escolar chilena  se ubica en un 56% de los estudiantes, el de marihuana es de 15%. “Si en Chile tenemos una legislación con respecto al alcohol que hace esa diferencia (entre menores y mayores de edad) y sabemos que funciona muy mal, porque tendríamos que pensar que una legislación del mismo tipo para el caso de la marihuana funcionara de forma distinta?”, opina Francisca Florenzano, directora del Servicio Nacional para la Prevención y Rehabilitación del Consumo de Drogas y Alcohol (Senda).

Ricardo Lagos Weber, senador que en su juventud probó la marihuana, también se ha mostrado abierto a discutir la despenalización del autocultivo de cannabis sativa.

Para su padre, el ex presidente Ricardo Lagos, la despenalización del consumo de drogas podría realizarse, siempre y cuando se convierta en una política de común acuerdo entre los países de América Latina. “De lo contrario, el que lo haga individualmente se convertirá en paraíso de la droga”, opina y reitera que le parece posible concebir que la marihuana sea tratada de igual forma que el tabaco y no sea delito comercializarla.

Por su parte, el gobierno de Sebastián Piñera acusó al senador Rossi de ser “un mal ejemplo para la juventud”. Según el presidente chileno: “El gobierno tiene claro que la droga siempre hace mal y que las autoridades públicas ojalá no den el ejemplo de señalar que consumen algún tipo de droga. Es un ejemplo que puede causar daño a muchos jóvenes el día de hoy”.

En Uruguay, por otro lado, se planteó la despenalización de la marihuana como una vía para separar a los consumidores de otras drogas ligadas a la violencia social.