Se reduce el uso del banco con otra técnica
El banco de semen de la Clínica Alcívar se abrió en el 2001, en aquellos tiempos iniciales de los bebes probetas, recuerda Pedro Valdiviezo.
En una pared de la oficina están los dibujos en blanco y negro de hermosas mujeres delgadas con vientres traslúcidos donde reposan sus bebes en gestación; estas imágenes las pintó su hija Pamela.
Sobre un corcho están pegadas las fotografías de cientos de niños, algunos abrazados por el doctor; hay mellizos y hasta trillizos.
Actualmente solo recurren al banco cuando un hombre no tiene semen ni siquiera en los testículos. “Les estamos extrayendo semen para realizar un procedimiento que se llama Icisis”.
Se trata de una microinyección de espermatozoides que son guardados en el banco también. El óvulo es extraído en el quirófano y la fecundación se realiza en una mesa de laboratorio.
Después se introduce esta combinación en el cuerpo de la mujer. Entre un 40% y 60% de las veces llega a implantarse en el útero y la operación resulta totalmente exitosa.
“Normalmente un hombre necesita 20 millones por mililitro de esperma para fecundar a una mujer, si antes tenía solo un millón había que utilizar el banco de semen pero con esta técnica nosotros extraemos uno o cinco espermatozoides, que es lo que empleamos en el laboratorio para fecundar, uno a cada óvulo”.