Publicidad

Ecuador, 14 de Octubre de 2024
Ecuador Continental: 12:34
Ecuador Insular: 11:34
El Telégrafo
Comparte

Saborizantes ‘preservan’ la comida chatarra

La OMS recomienda que los menores de edad ingieran alimentos enteros y eviten el exceso de productos con edulcorantes, sal, azúcar y agregados artificiales. Foto: Archivo
La OMS recomienda que los menores de edad ingieran alimentos enteros y eviten el exceso de productos con edulcorantes, sal, azúcar y agregados artificiales. Foto: Archivo
15 de septiembre de 2014 - 00:00

Martha León está consciente de que su hijo Andrés, con tan solo 9 años, tiene sobrepeso. Para evitar que llegue al grado de obesidad le prohibió el consumo de algunas de sus comidas favoritas como las hamburguesas, hot dogs y papas fritas. Ella reconoce que son consideradas ‘comida chatarra’. Pero ¿por qué son llamadas así? 

Solo para poner un ejemplo, mientras un pedazo de pollo aún con aderezo aporta 21 gramos en proteínas. Uno de los tantos ‘chicken nuggets’ aporta apenas 2 gramos de proteínas y más del 50% es grasa saturada.

Además este plaillo contiene pollo marinado en una solución de agua, almidón de trigo, mantequilla líquida, grasa de pollo, manteca vegetal, aceite de ajonjolí, dióxido de silicona, extracto de bonito, hidrocloruro de tiamina, sal, fosfatos de sodio, harina refinada de trigo, harina de maíz amarillo, almidón modificado de maíz y lactato de calcio.

Luego es frito en aceite de soya y de maíz, butilhidroquinona terciaria, ácido cítrico y dimetilpolisiloxano. Sí, el pedazo de pollo que su hijo come en una cadena de comida rápida es una mezcla de varios ingredientes, donde el pollo es apenas una mínima parte.

La jefa del Área de Nutrición del hospital de Especialidades Abel Gilbert Pontón, Gloria Gallegos, explica que “la comida chatarra también conocida como ‘comida rápida’ tiene un bajo valor nutritivo, un alto contenido en grasas, muchas calorías y sodio (sal).

Es decir, como definición de comida rápida la Organización Mundial de la Salud (OMS) califica a todos aquellos alimentos ricos en sodio, grasas y aditivos que los conservan por más tiempo.

La OMS agrega que un régimen saludable se forma con “alimentos enteros” o naturales y pueden promocionarse a los niños sin restricción alguna. Los alimentos integrales no contienen edulcorantes, azúcar, sal ni grasa agregados y se clasifican en  frutas, verduras, granos integrales, productos lácteos con poca grasa o magros, pescado, carne, aves de corral, huevos, nueces y semillas, y leguminosas.

Si la ‘comida rápida’ es consumida de forma habitual “va a convertirse en un problema para la salud, dando paso a la obesidad, diabetes, enfermedades cardiovasculares o cerebrovasculares”, expresa la nutricionista Gallegos.  

De acuerdo con cifras del Instituto Nacional de Estadística y Censos (INEC) estas patologías estuvieron entre las principales causas de muerte en Ecuador, en 2013. Solo el tratamiento de una diabetes puede llegar a costar entre $ 554 y $ 23.248 por cada paciente al año, lo que representa una carga de $ 700 millones anuales para el país.

Desde hace 2 semanas, el Servicio de Rentas Internas (SRI) y el Ministerio de Salud Pública (MSP) analizan la posibilidad de incluir a la comida chatarra en el Impuesto a los Consumos Especiales (ICE), que ya se aplica a otros productos considerados nocivos como el tabaco y  las bebidas alcohólicas.

Un imán en los niños

Las cadenas de comida rápida gastan más de $ 2 mil millones en promocionar la imagen de un payaso bonachón que ama a los niños. Estos avisos bombardean a los pequeños del hogar.
La estrategia funciona. Por ejemplo, los locales de festejo de cumpleaños o ‘playgrounds’ de estas cadenas están copados durante los fines de semana. El festejo está valorado en $ 84 e incluye regalos para el cumpleañero, además de las famosas cajitas felices para un grupo pequeño de niños.  
“Las técnicas publicitarias están orientadas cuidadosamente al público infantil, fácilmente impresionable. Con llamativos colores y ambiente de circo se impulsa a los niños a consumir”, indica el estudio antropológico ‘Los McDonald’s: homogeneización y sociabilidad’, de Javier Eloy Martínez Guirao.

Hace poco se anunció que México encabeza la lista de adolescentes con problemas de obesidad en América Latina, por ello el gobierno de ese país comunicó la restricción de publicidad de comida chatarra dirigida a este segmento. 

Según la ley mexicana, los productos alimenticios que no cumplan con los criterios nutricionales saludables no podrán anunciarse en televisión en un horario protegido de lunes a viernes, desde la 14:30 hasta las 19:30, y los fines de semana el horario se extiende desde las 07:00 hasta las 19:30.

Grasas adictivas 

Para la nutrióloga, Narcisa Zambrano, no solamente la pizza, hamburguesa o hot dog pueden ser considerados comida chatarra. La especialista la definición abarca a  alimentos que producen un aumento de triglicéridos como alimentos de la gastronomía típica: el caldo de salchicha, bolón, fritada y guatita “porque son ‘ricos’ en calorías”.

Aclara que estos alimentos sí se pueden comer esporádicamente. El problema de sobrepeso surge cuando la población los come todos los días o cada fin de semana, acompañándolos con bebidas gaseosas o cervezas.

Según la nutricionista Gallegos, la comida chatarra se puede volver tan adictiva como cualquier otro producto, por los altos contenidos de grasa. Esto provoca que su ingesta mundial sea mayor a la recomendada por la OMS. A la semana se debe consumir entre 20 y 35% de aceites naturales y menos del 10% de grasas saturadas.

En 2007 la OMS determinó que el uso de los ácidos grasos trans aumentan el riesgo de cardiopatía coronaria y de diabetes mellitus, y aconsejó a las cadenas de comida rápida de eliminarlo de sus ingredientes. La conocida hamburguesa con doble carne tiene 80% de grasas trans, según  la Organización de Consumidores de España.

Contenido externo patrocinado

Ecuador TV

En vivo

Pública FM

Noticias relacionadas

Social media